¿cubito hecho en casa o comprado de bolsa?

Los cubitos de hielo son unos de los mejores aliados de los españoles para soportar los sofocantes días de verano. Es importante saber qué conviene más: si los que se adquieren en las tiendas o los elaborados por nosotros mismos. ¿Es mejor el cubito hecho en casa o comprado de bolsa? Ésta es una pregunta muy común y cuya respuesta depende de varios factores.

Es importante establecer cuál de estas opciones es más recomendable porque en España somos fanáticos de los cubos de hielo. Quitando a los Estados Unidos, que ostenta el récord mundial de consumo de hielo, somos uno de los países donde más se usan.

¿Cubito hecho en casa o comprado de bolsa?

Si durante el otoño y el invierno puede que sea suficiente con los cubos de hielo caseros, en primavera y verano más de una vez debemos comprar bolsas de industriales. Es fácil conseguirlas, o al menos más que lograr esa cantidad de hielo en casa.

Según indican las entidades que se dedican a evaluar su composición, es una gran idea confiar en los cubitos de hielo comprados. Tras analizar los ingredientes y sustancias que forman parte de estos productos, los expertos de la OCU concluyen que el hielo comprado no contiene grandes cantidades de microbios o microorganismos que podrían resultar perjudiciales para la salud.

Y la buena noticia es que la pureza del hielo comprado no se corresponde con una marca específica, sino con todas las analizadas. Así que puedes comprar tales bolsas de hielo donde prefieras, con la certeza de que ninguno de ellos provocará una reacción negativa.

El secreto está en que este hielo es elaborado con agua blanda -con menor cantidad de sal-, que es la más idónea para el consumo. Por otro lado, como no forman burbujas en su interior tardan más en descongelarse en el líquido y su rendimiento suele ser mejor.

¿Qué pasa con el hielo casero?

El principal problema de los cubitos de hielo hechos en casa es que no tenemos la posibilidad de desmineralizar el agua del grifo. Normalmente llenamos la cubetera y la enviamos al congelador. Esa ausencia de procesos industriales diseñados para eliminar cualquier riesgo para nosotros hace que estos cubitos no sean recomendables. Es decir, si puedes deberías evitarlos.

Ahora bien, en caso de que no te quede más alternativa que hacer cubos de hielo caseros, sería perfecto utilizar agua embotellada. Esta agua pasa por procesos muy similares a los del hielo industrial, por lo que no tiene tanta cantidad de sal ni de microorganismos.


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