El nombramiento de Pedro Salmerón como embajador de México en Panamá por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador ha provocado una ola de críticas por parte de senadoras de oposición y activistas feministas, ya que el académico fue señalado por acoso sexual como parte del movimiento Me Too.
El 11 de abril de 2019 una alumna denunció al profesor ante las autoridades del ITAM por acoso sexual, lo cual fue corroborado por una comisión de la escuela que contó con testimonio de alumnos y alumnas. Sin embargo, el académico renunció a su cargo antes de que se emitiera alguna sanción.
La politóloga Denise Dresser, también académica del ITAM, habló de la serie de denuncias en Aristegui en vivo y su desenlace institucional.
Integrantes de la Cuarta Ola, la organización de alumnas del ITAM, afirman que Salmerón recibió múltiples denuncias dentro y fuera de la institución, por lo que este nombramiento pone en riesgo a ‘cientos de mujeres’ y representa una falta de respeto para víctimas. Mediante su cuenta de Twitter, el escritor Pedro Salmerón las exhortó a que presenten denuncias “para que al menos pueda saber yo de qué se me acusa en concreto, más allá de tres tuits anónimos”.
La excongresista Martha Tagle dijo que la Cámara alta debe reconsiderar este nombramiento, “pues se trata de una persona que ha sido señalada en múltiples ocasiones por acoso”:
La senadora Claudia Anaya (PRI) se manifestó en contra del nombramiento: “No tardan en decir los aplaudidores de Morena que estamos discriminando a Salmerón por no tener experiencia diplomática y por ello se le quiere negar su derecho de salir a acosar por el mundo”.
La panista Xóchitl Gálvez cuestionó: “¿Dónde quedó el #YoSíTeCreo? Los graves señalamientos de acoso sexual en contra de Pedro Salmerón deberían ser suficiente razón para frenar su designación. La política exterior mexicana no puede hacer a un lado a las mujeres y sus testimonios”.
La tarde de este lunes Pedro Salmerón ha retuiteado comentarios que argumentan que nunca fue condenado de manera formal por ninguna condena ilícita, por lo que se debe mantener su presunción de inocencia.
También niega cualquier conducta irregular:
Nada más que no hay ni una sola denuncia en contra de mi persona. Solo un circo mediático montado por Denise Dresser.
Para investigarme, tendría que haber denuncias: no hay ni una sola.
O sea, porque Denise Dresser echó a correr un rumor, ya soy un criminal. Déjeme contarle que las evaluaciones del ITAM son absolutamente anónimas, y tienen un espacio para escribir lo que sea con total libertad. Y nunca nadie sugirió nada remotamente parecido a “acoso”.
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