¡Cuidado! Así es como las altas temperaturas pueden afectar a tus dientes

Las tórridas temperaturas que azotan a nuestro país desde hace muchos días son todo un peligro, pero no sólo pueden tener efectos insospechados en la salud de nuestro organismo o llegar a provocarnos un peligroso golpe de calor. No sólo eso, de hecho, debemos prestar atención también a las quemaduras solares en caso de exposición al sol, a que de repente nos baje presión, que sudemos en exceso y algo que pocos saben pero que es también muy importante. Descubramos ahora como las olas de calor y las altas temperaturas pueden afectar a tus dientes.

Así es como el calor afecta a tus dientes

Nunca lo imaginaste, ¿verdad? Los dientes se pueden ver afectados por las altas temperaturas de modo que subestimar la higiene bucal durante el verano podría tener consecuencias muy molestas como arruinar las vacaciones y más allá. Cuando se siente el calor , advierten los expertos, es fundamental proteger la boca tanto como cualquier otra parte de nuestro cuerpo. Las altas temperaturas, de hecho, determinan una serie de comportamientos que acaban repercutiendo negativamente en el aparato dental.

En este sentido, una de las primeras cosas en las que podemos pensar es en la costumbre de comer un helado para refrescarnos cuando hace mucho calor. Pero debemos tener mucho cuidado: masticar hielo es una práctica muy mala que expone sus dientes al riesgo de astillarse, agrietarse o romperse y ejerce presión sobre las coronas que podrían aflojarse. Pero el hielo no es el único peligro que se avecina, incluso la deshidratación por el aumento de la temperatura puede afectar negativamente a toda la boca.

En concreto, el esmalte también se ve afectado por el calor, que sufre continuos esfuerzos con cambios térmicos que corren el riesgo de comprometer su integridad. El esmalte, de hecho, protege la dentina al expandirse y contraerse, pero las variaciones demasiado rápidas pueden romperla provocando una sensibilidad dental que también puede volverse muy dolorosa.

Mejor, por tanto, hidratarse eligiendo bebidas no demasiado frías para reducir el impacto sobre los dientes y asegurar la correcta producción de saliva . Esto, de hecho, se pone en riesgo por la deshidratación pero es fundamental para eliminar los residuos de alimentos y bacterias de la boca, reduciendo así el riesgo de desarrollar caries.

Y aunque estés de vacaciones, aprovecha también para hacer una visita a tu odontólogo de modo que te de pautas para cuidar mejor tu boca en verano y de paso, te realice una higiene buco-dental en profundidad que de hecho es aconsejable hacerse una o dos veces al año.


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