A veces, la realidad supera la ficción. Si observamos a los peces unicornio, podemos encontrar bastante de cierto en esta afirmación, ya que estos singulares seres habitan nuestras aguas desde hace un buen número de años y no son aquellos caballos mitológicos con cuerno, pero casi.
El nombre científico con que se conoce a esta especie es Naso Unicornis, pero normalmente se los llama peces unicornio de nariz corta, ya que se caracterizan por un singular cuerno en su frente, que también es llamado científicamente rostrum, y esta singularidad es la que los ha hecho conocidos en todo el mundo.
Un macho adulto de pez unicornio puede alcanzar hasta los 70 centímetros de longitud, aunque lo normal es que ande por una media de unos 50 centímetros. También es característico por su forma ovalada y plana, y, cómo no, por el cuerno óseo que se observa entre sus ojos, en la parte superior de la cabeza, llamado rostrum y que sólo se desarrolla en los machos.
Esta especie de peces tan peculiares poseen tono marrón claro que cambia hacia el azul grisáceo dependiendo del medio ambiente en que se muevan y la actitud en cada momento. Cuando son jóvenes, se observa una aleta caudal asurcada con un particular borde blanco azulado. Una vez adultos, desarrollan betas en cada esquina de esta misma aleta.
Más singularidades sobre los peces unicornio
El hábitat habitual de la especie se encuentra en los Océanos Índico y Pacífico, y se pueden localizar desde Nueva Caledonia, en Hawái, hasta el Mar Rojo, pasando por Japón, la Polinesia, las islas Marquesas, etc.
Por lo general, son fácilmente visibles en arrecifes, canales y lagunas camino hacia mar abierto donde abundan las corrientes fuertes. Cuando son jóvenes, se encuentran también en bahías y desembarcaderos, donde el agua está más resguardada.
Es un pez diurno que se desplaza por áreas protegidas. Le gustan las zonas soleadas y expuestas una vez superan los 12 centímetros de longitud, y después marchan a lugares más profundos.
Esta especie de alimenta de vegetales, sobre todo algas pardas, sargazos, etc. También disfrutan del zooplancton gelatinoso y, al igual que los humanos, gozan con el alga nori y la espirulina.
Su ciclo de reproducción comienza cuando alcanzan los 4 años, que es cuando llegan a la madurez sexual. Un macho adulto cambia de color cuando encuentra a una hembra adulta, sobre todo sus labios, aletas y dorso. Así es como llama la atención.
Una vez ha puesto los huevos, la hembra no cuidará de las crías, que nacen solas y se han de buscar la vida desde su primer día en el mundo.
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