La famosa obra del poeta vallisoletano, José Zorrilla lleva 175 años representándose. Esta obra de lo más actual sigue cautivando al público. Hablamos de su popularidad, hasta el punto que la Real Academia de la Lengua recoge el término donjuán como «seductor de mujeres». Lo curioso es que cuando se estrenó no tuvo demasiado éxito, algo que también ha pasado con otras obras de arte en la historia.
Aunque ahora tiene gran éxito, José Zorrilla tuvo que pasar apuros económicos que hicieron que el poeta debiera vender los derechos por una suma bastante menor de la que merecía la obra y todo ello a perpertuidad. La mala suerte hizo que en unos pocos meses, su Don Juan terminara por encandilar a miles de espectadores.
Don Juan Tenorio, una obra de lo más popular
Esta obra se ha llevado tanto a la gran pantalla como a la televisión. Las adaptaciones son numerosas, algunas tan antiguas como una filmada en 1898 por actores mexicanos, o la que dirigió Ricardo Baños en 1908.
En todos estos años el personaje de Don Juan lo han interpretado actores de gran categoría, caso de Carlos Larrañaga, Francisco Rabal o Fernando Guillén. Entre las versiones más populares destaca la que interpretaron Fernando Rabal y Concha Velasco para televisión española.
Incluso otros formatos como las historietas han visto como también aparecía en ellos. Desde el año 2009 existen dos publicaciones al respecto, una del Grupo SM y otra de Ediciones Mayi.
La obra más representada de todos los tiempos
Esto era así hasta el punto de ser pieza habitual en la Residencia de Estudiantes tan afamados como Luis Buñuel, Salvador Dalí o Federico García Lorca.
Representación en la década de los 70
Sin lugar a dudas el haberse representado en el teatro y como no, el cine o la televisión, hicieron mucho por popularizar los famosos versos de Zorrilla, todos hemos escuchado el ¿No es cierto, ángel de amor?
Un personaje que no era original de la obra de Zorrilla
Este personaje apareció ya en «El burlador de Sevilla» de Tirso de Molina, que estaba basado en «Tan largo me lo fiáis» de principios del siglo XVII.
El personaje marcó mucho a José Zorilla, hasta el punto de que el poeta pucelano escribió otras dos obras donjuanescas, ambas sin acabar y desconocidas hasta después de su muerte, caso de El Tenorio bordelés (1897) y el poema La leyenda de Don Juan Tenorio (1895).
Una obra que sin lugar a dudas ha alcanzado gran fama, aunque su autor no obtuvo los beneficios que hubiera merecido.
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