La emoción de Steph Curry era palpable en cuanto el partido tocó su final. El cuarto anillo, quizás el más especial de todos para el base de los Golden State Warriors que no escondió su alegría al acabar el encuentro.
“Hemos sufrido mucho, estuvimos en lo más hondo y ha sido un trabajo de muchos años. Lesiones, nuevos chicos, las piezas correctas… Estoy muy orgulloso de nuestro grupo“, declaró un Curry extático.
Preguntado por qué había de diferente en este anillo, Curry no dudó: “Nos dieron por muertos. Nadie salvo nosotros confió en que podíamos volver a estar aquí. Y míranos, campeones de la NBA otra vez“.
“Esto significa mucho porque estuvimos tan lejos… Es un grupo de gente fantástica. Eso es lo que hace falta para conseguir algo así. Es un lujo poder jugar a esto con estos compañeros“, contó Curry.
Steve Kerr también se sumó a los cumplidos: “Quiero que la gente sepa el mérito que tiene Bob Myers. Es el que ha montado este equipo, el culpable del grupo que hoy ha ganado“.
El entrenador de los Warriors habló sobre lo que ha significado para ellos este anillo: “Cuando pasas tiempo con superestrellas, pasan cosas buenas. Habla con ese tío (señala a Curry), él es el culpable“.