El traspaso bomba por Kyrie Irving ha despertado del letargo a los Dallas Mavericks y su afición. En la ciudad texana vuelven a soñar con el campeonato y no esconden sus ambiciones después de reunir a una de las parejas más letales de la NBA, al menos sobre el papel. El tándem formado por Luka Doncic y su nuevo y polémico compañero de viaje ha devuelto la energía a los Mavs, desde la propiedad hasta la plantilla. Nadie, por ahora, ha querido fijarse en la mochila extradeportiva que carga su flamante estrella.
“En este camino te fijas en otras paradas, él ha ganado donde ha ido”, analizaba Jason Kidd antes de un triunfo muy importante de su equipo en casa de los Utah Jazz. “Creemos que su talento y habilidades nos hacen mejor en algo que necesitábamos. Sentimos que conseguirle nos ayuda a situarnos en posición de ganar un campeonato”, añadía el entrenador, miembro del único equipo de los Mavs que ha levantado el anillo, en 2011.
Por aquel entonces, al igual que ahora, él y Dirk Nowitzki formaban una dupla estelar, si bien Kidd ya no rendía al mejor nivel de su trayectoria. Otra diferencia es que aquellos Mavs tenían un equipo cargado de muy buenas y más contrastadas piezas secundarias alrededor de su jugador franquicia. En 2023, el dúo de primera categoría coincide en plenitud de condiciones, si bien Irving lleva años rodeado por la polémica fuera de la cancha.
Ilusión estrictamente deportiva
“Es fácil fijarse en los aspectos negativos, pero nosotros vemos los positivos que ha dado dentro y fuera de la pista. Así encaramos el asunto”, comentaba el técnico de Dallas. Irving fue suspendido esta temporada por los Nets por compartir contenido antisemita en sus redes sociales y dudar a la hora de disculparse; el año anterior, no pudo jugar la mitad del curso por no querer vacunarse contra la covid-19. Por si fuera poco, en cuestión de meses pidió dos veces el traspaso a su exequipo y antes ya había salido de morros de Boston y Cleveland.
Su etapa en los Cavaliers es la gran esperanza de los Mavericks. La dupla Irving-LeBron ganó el título a los Warriors en 2016 con un triple decisivo del base al término del séptimo partido de las Finales de la NBA. Desde entonces no ha habido duda sobre la enorme calidad del jugador, un genio del manejo y la anotación, pura fantasía para el espectador. Ocho veces All Star, Irving llega con 30 años y con promedios de 23,3 puntos y 5,7 asistencias en su trayectoria profesional de 12 temporadas.
Preguntado sobre el encaje de Doncic e Irving, el técnico se fijó en el caso de los Cavaliers y además puso el ejemplo de Jalen Brunson, ahora miembro de los Knicks después de abandonar los Mavs en la agencia libre del verano pasado. “Si te fijas en el pasado con JB, teníamos a un generador de juego similar. Si te fijas en Kyrie, y sin querer decir nada malo de JB, está a otro nivel. Nos da otra arma, alguien que estará liberado”, aseguraba.
“Elige tu veneno”
Kidd y su nuevo pupilo se conocen desde hace mucho tiempo. El entrenador era en su momento uno de los ídolos delo joven Irving, y más tarde compartieron entrenador personal y labraron muy buena relación. “A él le importa mucho el baloncesto. Quiere ganar y le gusta ser entrenado. Para mí es una gran oportunidad tener a alguien como él para ayudar”, analizaba el preparador.
Los jugadores también celebraron la llegada de otro peso pesado al vestuario. “Elige tu veneno”, sintetizó Theo Pinson, que ya fue compañero del base en Brooklyn, sobre el problema que puede representar para las defensas la dupla Irving-Doncic. “Es una situación donde no sabes que hacer. Yo no sabría que hacer. Puedes hacer dos contra uno a Luka todo lo que quieras, que se la pasamos a otro asesino. Será divertido”, completaba.
El traspaso obvió una de las lagunas más evidentes de los Mavs, la defensa. A pesar de ello, el equipo marcha quinto en la Conferencia Oeste con un balance de 29 victorias y 26 derrotas. Para solventar las carencias atrás, los ejecutivos de Dallas han puesto a la venta al escolta Tim Hardaway Jr. y al interior Christian Wood, según fuentes consultadas por la ESPN.
A pesar de la falta de activos defensivos, Kidd no está particularmente preocupado y aboga por el trabajo diario. “Vamos a seguir predicando la defensa, intentar parar a los ataques, aunque habrá noches en las que intentaremos ser incómodos a nivel ofensivo, intentando anotar 130 o 140 puntos”, explicó. “Algunas noches, nuestro ataque será nuestra defensa, pero Kyrie y Luka van a competir atrás. Si te fijas en el ataque, ¿pueden nuestros rivales estar cómodos si anotamos tantos puntos?”, se preguntaba.