Uno de los que capitaneó el cuadro perico verá como sus ex compañeros alzarán el vuelo hacia Montilivi. David López volverá a cruzarse con el club de su vida y retomará sensaciones especiales. El central reconoció en La SER la rivalidad que mantienen ambos cuadros.
Las pulsaciones suben lentamente a medida que se acerca la cita. “Será un partido especial, aún más el de la ida en el RCDE Stadium. Percibo la rivalidad y creo que va en aumento. El último partido allí fue muy intenso y a mí es algo que, particularmente, me gusta, tanto como futbolista como aficionado. Siempre que haya respeto y no se dispare hacia algún lugar es algo muy atractivo para el mundo del fútbol”, opinó.
A Girona llegó un jugador que llegaba del cuadro espanyolista. “Yo no percibí nada porque no estoy pendiente de redes sociales, intento trabajar e ir a la mía porque el día a día pone a todos en su sitio. A medida de que he ido respondiendo con buenas actuaciones e implicación he visto que la afición me acompaña, me ayuda y me hace estar feliz. Siento eso de que ‘yo les doy y ellos me dan’”, añadió.
Los tres puntos les dejaría más tranquilos. “Para nosotros sería un paso importante, quizás más para ellos, pero para nosotros supondría mirar más hacia arriba que hacia abajo”, reconoció.
Siempre se ha sentido cómo ayudando a los demás. “Yo llevaba años en la capitanía del Espanyol pero, quitando eso, siempre he sido un jugador que me ha gustado ayudar a los jóvenes y aquí en Girona intento hacer lo mismo. Me he sorprendido porque hay muy buenos jugadores con mucho futuro por delante”, apuntó.
Sus compañeros sólo tienen buenas palabras para Míchel. “Continúo en la tendencia de los demás. Es un entrenador novel en la categoría y por fin, en Primera, está logrando dar con la tecla. Me gusta mucho cómo gestiona el grupo y la idea técnico-táctica que tiene porque es innovadora, con mucho juego combinativo y es una manera muy alegre y vistosa de cara a los aficionados. Si, además, lo acompañas con resultados se da la combinación perfecta”, explicó.
Prefiere que sea otro el que marque gol. “Si pudiera escoger otro partido lo escogería, también por la situación en la que viene el Espanyol, pero las cosas son como son y si se me da la oportunidad de hacer gol yo haré mi trabajo. Si se da el caso no lo celebraría por el respeto y la estima que le tengo al club”, se sinceró.
Tiene una espinita tras su salida. “Sí, no voy a mentir. Cuando lo miro con más perspectiva y va pasando el tiempo creo que las formas no fueron las correctas. Di mucho al Espanyol y lo di todo, sobre todo en los malos momentos, donde siempre fui el primero en estar ahí. Si el club no me quería lo hubiese aceptado porque así es el fútbol pero no me gustaron las formas y cómo sucedió todo, por eso tengo esa espinita. A pesar de ello, le tengo una estima muy grande al club, me siento muy querido por la afición y sé separar ambas cosas”, concluyó.