Anthony Davis asumió este martes su responsabilidad en el partido loco que perdieron Los Angeles Lakers contra los Boston Celtics en la prórroga (118-122) y lamentó haber fallado dos tiros libres en el desenlace que, con gran probabilidad, habrían frenado el empujón final de los visitantes.
“No he pensado en el resto del encuentro”, afirmó a los medios tras la derrota al subrayar que, si hubiera metido esos tiros libres, habría sido “un partido diferente”.
“Para mí, el resto no importa. Tuve la oportunidad de congelar el partido y fallé los dos tiros libres”, añadió.
En un duelo apasionante y a la altura de la rivalidad legendaria entre ambos equipos, los Celtics vencieron a los Lakers en el tiempo extra en un duelo volcánico en el que los de LeBron James remontaron un -20 en el tercer cuarto pero echaron por tierra un +13 en el último periodo.
Jayson Tatum dio un recital en Boston con 44 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias y los Lakers contaron con una dupla fantástica formada por Davis (37 puntos y 12 rebotes) y LeBron (33 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias).
Uno de los momentos clave del encuentro llegó con 28 segundos para terminar el último cuarto cuando Davis fue a la línea de personal con los Lakers dos puntos arriba.
El pívot falló ambos tiros libres y el balón fue para los Celtics, que forzaron la prórroga a continuación con un canastón en ‘fade away’ de Tatum.
Este fallo del pívot, que en cualquier caso atraviesa un excelente estado de forma con unas estadísticas enormes, se une a otro tiro libre que erró la semana pasada en la derrota ante Philadelphia 76ers en otro partido vibrante.
Muy serio y triste durante toda la comparecencia ante los medios, Davis no buscó excusas y aceptó su responsabilidad en ese fallo crucial en la recta final ante Boston.
Tampoco quiso refugiarse en el cansancio tras un partido en el que jugó los 24 minutos de la segunda mitad sin descanso.
“Estaba bien. Eso no fue una excusa para fallar los tiros libres o cualquier cosa”, aseguró.