El 19 de septiembre de 2009, con tan solo 17 años, en el Camp Nou, contra el Barcelona, debutó Koke Resurrección con el Atlético de Madrid, con el que este domingo alcanzó a Adelardo Rodríguez como el futbolista con más partidos de los 119 años de existencia del club rojiblanco, con 553 encuentros entre todas las competiciones, que expresan inequívocamente la dimensión del actual capitán en el equipo.
Lo hizo en el derbi, en el partido que más emociones despierta en la capital de España y en el aficionado rojiblanco, en el enfrentamiento contra el ‘eterno’ rival, en el Metropolitano, en el nuevo, el que se ubica en el Barrio de San Blas. En el antiguo, en Reina Victoria, comenzó su aventura también en el club de su vida Adelardo Rodríguez, al que nadie había igualado jamás desde su retirada en 1976, cuando marcó un récord imbatible hasta ahora.
En 1959, desde el Badajoz, llegó con tan solo 19 años al Atlético, el equipo en el que marcó una época al lado de Luis Aragonés, José Eulogio Gárate, Armando Ufarte… A una colección de leyendas que permanecerán imborrables siempre en la memoria colectiva del aficionado, que forman parte de la historia más grande de la entidad madrileña.
“Todavía dudo cómo he llegado yo a jugar en el Atlético de Madrid, viendo ese equipazo que tenía. Yo nunca pensaba que iba a estar en ese equipo. Me acuerdo que mi padre me dijo: ‘hijo, me gustaría que estuvieras entre los 16 o 17 jugadores que normalmente se utilizaban en los partidos de Liga’ y que si llegaba a un equipo no me moviera si podría. Que echara raíces”, recordó Adelardo.
Sumó 553 partidos oficiales a lo largo de sus 17 temporadas en el Atlético, cuando siguió el consejo de su padre de ser un hombre de club. Toda su vida deportiva se la dedicó (y se la dedica en la actualidad una vez retirado) a la entidad rojiblanca, con la que fue capitán y conquistó diez títulos, entre ellos aquella Copa Intercontinental para la eternidad de 1975, como su instantánea cuando levantó el trofeo tras imponerse al Racing de Avellaneda. “Es la foto que más fuerte tengo yo para mí”, rememoró.
También logró una Recopa de Europa, el primer título europeo de la historia del Atlético, en 1962; tres Ligas (1965-66, 1969-70 y 1972-73) y cinco Copas de España (1960, 1961, 1965, 1972 y 1976), como una de las leyendas más gigantescas de un club fundado en 1903 y tan apegado al sentimiento. Marcó 115 goles. “Siempre lo he dicho, es lo que más me gusta que me diga mi gente, que soy una buena persona y que he cumplido con mi deber, nada más”, expresó Adelardo cuando la Peña Los 50 le brindó un emotivo homenaje, el pasado febrero.
Ahora, 46 años después, Koke lo ha alcanzado como el futbolista con más partidos de la historia del Atlético, con los mismos 553 que parecían imposibles para todos, en un fútbol que ya no es como antes, en el que los jugadores van de un lado a otro a toda velocidad, sin apenas estabilizarse de verdad en una institución, atraídos por mejores ofertas o relegados por la competencia a papeles secundarios, en la volatilidad que suponen los millones, los contratos y la oferta y la demanda en la actualidad en el mercado que es el fútbol.
Ya apenas quedan hombres de club como lo fue Adelardo… O como lo es Koke, que, a sus 30 años, reafirma su condición de leyenda en el Atlético. Desde los seis años, cuando aterrizó en la cantera, hasta ahora, en un recorrido inseparable del equipo rojiblanco y que explotó a las órdenes de Diego Simeone en el primer equipo para traspasar, incluso, la historia.
“Mi madre apuntó a mi hermano en la escuela del Colegio Amorós, mi hermano iba a entrenar, yo iba con ellos y siempre iba con un balón a jugar allí. Me dejaban por ahí jugando mis padres. Entonces, Manolo Briñas estaba siempre por ahí, le dijo a mi madre y mi padre que si quería apuntarme y le dijeron que todavía tenía cuatro o cinco añitos. Al año siguiente, con seis, me quería apuntar. Yo empecé con seis añitos, me vieron por allí jugar y les debí gustar y desde ahí empezó toda esa historia”, explicó Koke en el pasado.
El 19 de septiembre de 2009 (50 años antes de que Adelardo se estrenara en el Atlético en el antiguo Metropolitano), Koke debutó como profesional con el conjunto madrileño de la mano de Abel Resino, entonces el entrenador del equipo, cuando entró al terreno de juego en un 5-2 contra el Barcelona en el Camp Nou para los 23 minutos finales en sustitución de Paulo Assunçao, cuando empezó una travesía de doce años que irá todavía más allá.
UN DEBUT SOÑADO
“Por una parte fue un debut soñado, por otra un pelín triste por el resultado. Tantos años de esfuerzo y sacrificio se vieron recompensados con el primer día, debutando contra el Barcelona en su estadio, casi no se podía pedir más”, rebobinó Koke, que entonces alternaba el filial y el primer equipo y que comenzó a construir su historia partido a partido, que probablemente no habría sido igual de no haber coincidido con Diego Simeone.
Allá por diciembre de 2011, sin apenas recorrido con Gregorio Manzano, el Málaga lo quería fichar del Atlético. Y llegó Simeone, asombrado ya desde semanas antes por ese “chiquitito” que no fallaba “ningún pase”, cuando vio por televisión un encuentro de Liga entre el Atlético y el Betis en el estadio Vicente Calderón, antes de aterrizar como salvador y trazar la época de más títulos de la entidad.
“Hablé con él, no tenía forma de demostrarle que sería importante porque acababa de llegar, pero estaba seguro de que lo sería. Su talento, su entrega y su pasión le ha llevado a ser clave aquí y en la selección”, expresó años después el técnico argentino, con el que Koke ha jugado 516 de sus 553 encuentros entre todas las competiciones con el Atlético de Madrid y con el que ha ganado ocho títulos, con él como un protagonista absoluto.
A la Liga Europa de 2011-12, cuando era suplente, le siguieron dos Ligas (2013-14 y 2020-21), una Copa del Rey (2012-13), otra Liga Europa (2017-18), una Supercopa de España (2014) y dos Supercopas de Europa (2012 y 2018) con él como un jugador indispensable para llegar a la cotas tan altas, inimaginables cuando debutó, que ha alcanzado en el Atlético, hasta ser, por el momento, hasta el próximo partido cuando los rebase, el único capaz de haber logrado los 553 partidos de Adelardo.