Más seguridad en las transacciones, más confianza ante posibles devoluciones. Quien compra online también lo hace offline, pero el comercio electrónico puede crear complicaciones, como las posibles dudas al suministrar los números de la tarjeta o la probabilidad (más frecuente) de tener que devolver un producto que, al comprar, solo vemos a través de una pantalla. La superapp financiera Revolut diversifica su oferta para atender estos fenómenos en plena ola del comercio online: según la consultora eMarketer, España fue el tercer país del mundo en el que más creció el e-commerce durante 2020, con un 36% de incremento que solo superaron Argentina y Singapur.
Revolut es una de esas fintech que están revolucionando el mundo de las finanzas. Específicamente, en su caso, las finanzas personales. En resumen, se trata de una superaplicación móvil que ayuda a las personas a sacar más partido a su dinero y a gestionar mejor sus gastos diarios.
Está disponible en 35 países, y cuenta con más de 16 millones de usuarios registrados en todo el mundo, de ellos más de 650.000 en España, un país donde el e-commerce a través del móvil (el conocido como m-commerce) creció en España en 2020 un 42%.
Sacar más partido al dinero
Abrir una cuenta estándar en la app no tiene coste. Cada cliente puede escoger, primero, qué tipo de suscripción prefiere (planes gratuitos o de pago) y, segundo, solicitar una tarjeta física de débito para pagos offline. El objetivo de Revolut es ayudar a sus usuarios a sacar más partido a su dinero, en acciones tan cotidianas como retirar efectivo de un cajero, pagar en el supermercado, dividir la factura de un restaurante a escote con el resto de los comensales… E incluso comprar bitcoin y otras criptomonedas en pocos clics desde 1 euro (aunque pueden aplicarse algunas comisiones o límites, según el plan). Pero ahora la app ha dado un paso más, diversificando su oferta con funcionalidades que se ajustan mejor a las compras online.
El pasado diciembre, Revolut lanzó la cuenta Revolut Plus, que forma parte de una oferta de planes de suscripción para atender las necesidades de sus clientes. Uno de los puntos fuertes de Revolut Plus es que, por poco más al mes de lo que cuesta un café, supone una protección adicional de las compras: ofrece cobertura de hasta 1.000 euros por daño o robo (sujeto a algunas condiciones), la ampliación del periodo de devolución o reembolso hasta 90 días, tarjetas virtuales para pagar online con más seguridad… e incluso la posibilidad de que te devuelvan el dinero si, por un imprevisto o enfermedad, no puedes acudir a un espectáculo para el que ya habías comprado las entradas, también hasta 1.000 euros al año. En definitiva, facilita una capa extra de seguridad al consumidor en el entorno digital.
Por 2,99 euros al mes, el usuario accede a Revolut Plus, que además de las ventajas ya mencionadas ofrece gratis transferencias internacionales y cambio de divisa por hasta 1.000 euros mensuales –en ambos casos–, y la posibilidad de retirar efectivo, sin coste, hasta 200 euros, también por mes.
Estas mismas coberturas están disponibles para clientes de los otros dos planes de pago, Premium y Metal (aplican términos y condiciones para todos los seguros; toda la información está disponible en la web de Revolut).
Abrir una cuenta estándar en la app no tiene coste. Cada cliente puede escoger qué tipo de suscripción prefiere (planes gratuitos o de pago) y solicitar una tarjeta física de débito para pagos offline
Revolut Premium y Revolut Metal profundizan en estas ventajas, ofreciendo, entre otros añadidos a Revolut Plus, cambios de divisa y transferencias internacionales gratuitas sin límites.
También, para todos los planes (gratuito y de pago) ofrece múltiples ventajas, como una cuenta con IBAN europeo y descuentos y reembolsos de efectivo en grandes marcas, además de unas cuentas Junior, diseñadas especialmente para chavales de entre siete y 17 años, gratuitas (una cuenta Junior para Estándar, dos para Plus, tres para Premium y cinco cuentas Junior para Metal). Este producto pretende sentar las bases de una buena gestión de las finanzas personales desde los primeros años, en línea con el propósito general de la ayudar a sus usuarios a sacar todo el partido de su dinero.
Claves del auge del comercio en línea
¿Cómo explicar que España fuese el país europeo donde más creció el comercio electrónico en 2020? Entre otras explicaciones, Carmen Limia, responsable de e-commerce en este mercado del grupo publicitario OMG, recurre al escenario de aquella primavera, “cuando España fue uno de los países con confinamientos más estrictos”. En parte por ese motivo, “se dio un salto de diez años”, con datos tan significativos como que un 30% de los compradores compraron online por primera vez productos de alimentación, y el aumento de la frecuencia de compra de un 44% de los que ya eran compradores online .
Creció el volumen de las compras en línea, y aún más si hablamos de las que se realizaron a través del móvil. Según los datos de eMarketer, aumentaron un 42%, y ya suponen el 38% del total del e-commerce. “Siempre se ha dijo que la gente miraba el producto por el móvil y lo compraba por el ordenador”, reflexiona Limia, “pero mi experiencia es otra: no se usaba el móvil porque la experiencia de uso era peor. La barrera es la usabilidad: si lo haces fácil, el cambio de hábitos se va a producir seguro”.
La experta de OMG también minimiza la importancia de las costumbres generacionales en el recurso al comercio electrónico: forzada por el confinamiento, explica, mucha gente mayor que no tiene ordenador en casa con conexión a internet se lanzó a comprar a través del móvil. Ahora el reto para las marcas es, explica la experta, mejorar su disponibilidad en el lineal digital, donde la competencia es feroz.
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