En apenas tres días, el 18 de mayo, se cumplirá un año de la última gran alegría que se dio el espanyolismo en el RCDE Stadium: sellar el billete para la Europa League, un delirio justificado.
Hace casi un año la afición perica enloquecía en casa tras ver como su equipo ganaba a la Real Sociedad y se colocaba en Europa 12 años después. Sólo un año, pero cuántas cosas han pasado y cómo se ha girado el calcetín para los intereses blanquiazules en este periplo.
Aquel día ante la Real Sociedad, la hinchada perica fue fundamental para que el Espanyol que dirigía Rubi atara un triunfo de oro. El RCDE Stadium se hizo fuerte, fue un fortín en el último tramo de la pasada Liga y costó mucho que alguien arañase puntos de Cornellà-El Prat.
Y ahora, un año después, y con un reto bien diferente en la mente de todos los pericos, vuelve a ser imprescindible que el estadio blanquiazul sea inexpugnable si se acaba reanudando el campeonato de Liga en un mes.
Lógico pues la permanencia pasará por casa, donde el Espanyol está obligado a ganar todos los partidos si desea seguir soñando con mantenerse en Primera. No queda otra para sobrevivir.
Una de cal y otra de arena en las ‘finales’ a jugar. Los de Abelardo jugarán duelos a cara o cruz sin público, ya que todos los partidos serán a puerta cerrada. Un duro hándicap pues ya está demostrado que la afición perica y la atmósfera que se genera en el estadio, es un plus de quilates para los jugadores.
La celebración perica tras lograr el billete a Europa
A favor está el hecho de que por el RCDE Stadium desfilarán en el intenso ‘rush’ final varios de los directos rivales del Espanyol en la pelea por la salvación. De ahí que caso de noquearlos, verá más allanado su camino hacia la gesta.
De los seis equipos que visitarán feudo perico en las jornadas que restan de la Liga, cuatro son directos rivales de los pericos
en la
lucha por seguir en la elite: Alavés (Jornada 28), Leganés (34), Eibar (36) y Celta (38). Los otros dos clubs que aterrizarán en Cornellà-El Prat son el Real Madrid, que se estará jugando la Liga, y el Levante, ahora en tierra de nadie.
Así las cosas, un año después, el RCDE Stadium vuelve a ser vital, como lo fue para lograr el salvoconducto para Europa. En la mini Liga urge que sea un fortín, la clave para que el Espanyol se mantenga en la elite del fútbol. No hay más.
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