El referente de Júlia Bartel es Aitana Bonmatí. No podía ser otra. La joven centrocampista catalana de 18 años nacida en Castellbisbal ha podido tener espejos femeninos en el fútbol, no como sus antecesoras, y se ha fijado siempre de forma especial en la genial jugadora azulgrana, recién nominada al Balón de Oro. Talento, sacrificio, ambición, esfuerzo titánico. Las aptitudes de Aitana las ha ido asimilando como propias a fin de parecerse a uno de sus grandes ídolos.
“Con Aitana he hablado muchas veces. Me da consejos y tranquilidad porque lo vivió años atrás. En todo lo que me diga, la haré caso”, señalaba Júlia Bartel en una reciente entrevista.
Esta madrugada del domingo al lunes (04.00horas), la canterana del Barça será la encargada de liderar a la selección femenina Sub’20 hacia su primer Mundial en una final de máxima exigencia ante Japón, que por su parte luchará por convertirse en la primera selección en la historia en encadenar dos títulos mundiales seguidos.
Retos mayúsculos para dos combinados que aspiran a todo. Nombres propios como Inma Gabarro, Ari Mingueza, Esther Laborde o Salma Paralluelo conforman una generación que no conoce límites. Son prácticamente las mismas jugadoras que hace apenas un mes se proclamaron campeonas de Europa Sub’19 y que aún quieren más.
Júlia Bartel celebra un gol con la Sub’20
Precisamente fue Júlia Bartel la heroína de aquella final ante Noruega, el pasado 9 de julio, al anotar en el descuento el gol de la victoria (2-1). Un tanto que valió un título y que sitúa a la azulgrana como una de las mayores perlas a seguir.
“Todas somos como hermanas. “Ilusión, ambición y ganas es el secreto de este equipo. Tenemos la oportunidad de demostrar que podemos y queremos seguir haciendo historia”, apunta. Ahora le toca ‘regalar’ a su referente, su compañera en el Barça Aitana, la revancha ante las niponas del pasado Mundial Sub’20 de 2018, donde la ‘Rojita’ cayó derrotada en una final muy disputada. Fue una final especialmente dolorosa para Aitana, que tuvo que vivir la final lejos del campo por una suspensión muy rigurosa.
Muchos recordarán la carta que escribió entonces la catalana y que tuvo gran repercusión en redes sociales. “Hay momentos en el fútbol que cuesta explicar con palabras. Se mezclan tantas sensaciones… felicidad, frustración, orgullo, rabia. No podré jugar la final del Mundial y me parece injusto e inexplicable que me priven de un sueño”, escribía entonces. La carta dio la vuelta al mundo y recibió el apoyo de futbolistas de elite como Xavi Hernández o Andrés Iniesta.
La imagen de Aitana envuelta en lágrimas tras ser expulsada de forma muy rigurosa en aquella semifinal ante Francia quedó en la retina de todos los aficionados. Ahora será reemplazada por la sonrisa inmensa de Júlia Bartel, que le quiere brindar a su compañera del Barça el título mundial. Todo está a punto para hacer historia.