El base se marcó una jugada impresionante en la acción decisiva que dio la victoria a los Warriors frente a los Heat
Stephen Curry es alguien, que, aparte de anotar, le gusta gustar, aunque tan práctico como es él, lo que hace nunca está de más. Si lo hace, es porque es necesario. El señor de los triples de la NBA quería quitarse de encima a unos insistentes Heat (105-100 para los Warriors a falta de 5:30), y sacó sus mejores galas.
Estaba obligado a ello. Merodeaba ‘Steph’ por el perímetro y le perseguía un defensor de la talla de Tyler Herro. Así que un ‘crossover’ por aquí, otro por allá, otro por allí y uno como previa del disparo final. Triple, 33 puntos, 108-100 y no se hable más. Así de fácil y bonito lo hace Don Stephen Curry.
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