La de vueltas que da el fútbol. Incluso en una misma temporada. No hay departamentos estancos en el Athletic. Son puertas giratorias. A Córdoba y a Unai López les tocó pasar un tiempo alejados de los terrenos de juego por decisión de Garitano. El extremo fue recuperado para la causa la pasada semana ante el Villarreal después de dos meses fuera de circulación en Liga y en Valladolid repitió titularidad. Compartió presencia en el once con el centrocampista, quien no jugaba desde el pasado 2 de febrero. En algunas citas hasta se había quedado fuera de la convocatoria.
Ha sido una travesía dura por el desierto y los dos han regresado con fuerza. De olvidados a decisivos en la goleada del Athletic en Zorrilla (1-4). Unai López abrió la cuenta muy pronto y Córdoba la cerró en el añadido. Una faceta en la que no acostumbran a prodigarse ninguno. Para el donostiarra fue su bautizo como león. Es su primer gol con la zurigorri. Para el de Deusto es el segundo. Un debe a corregir para un futbolista de ataque. La anterior muesca también fue a domicilio. Hay que remontarse a abril de 2018 para encontrarla. Fue en Villarreal.
Todo salió a pedir de boca para la tropa de Garitano desde muy pronto. Unai López clavó un libre directo para alegría del Athletic. No fue excesivamente colocado, pero fue sobrado de potencia. Masip llegó con tiempo para cubrir el disparo, sin embargo el balón le dobló la mano y acabó dentro. Los rojiblancos no marcaban un gol en una falta desde abril del pasado año, cuando Beñat anotó contra el Alavés en San Mamés.
Aunque los visitantes no estaban cómodos, lo que obligó al técnico a variar el dibujo. Córdoba pasó a ejercer de carrilero por la zurda y por ahí se originó el segundo tanto del Athletic. Williams y Sancet tocaron en corto y Córdoba puso un centro de oro desde la cal. Raúl García hizo su habitual magia en las alturas para conectar un certero cabezazo picado. El extremo ha montado una sociedad productiva con Yuri. Los dos tienen colmillo.
Unai López mordió por abajo. Algo que para Garitano es indispensable para actuar en la sala de máquinas. Ganó varios balones divididos, pero se llevó una amarilla nada más iniciar el segundo acto. El técnico sintió “miedo”, así lo aseguró en sala de prensa, al ocupar el donostiarra una zona de riesgo y optó por la presencia física de Vesga.
Un Vesga que rozó el tercero tras una jugada que empezó Córdoba y en la que también intervino Yuri. El chut del gasteiztarra se fue cruzado. Luego llegaría la diana de Williams y el broche del extremo. Capturó un rechace en la frontal y anotó con la derecha.
Garitano reconoció que ha sido “injusto” en ciertos momentos con el de Deusto. Ahora le ha recuperado para la causa y le responde.
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