El Atlético de Madrid cerró el domingo en Valladolid la séptima y última etapa del maratón recorrido entre los dos primeros parones ligueros de la temporada. Y la carrera en Liga no ha sido la mejor que podía efectuar el conjunto rojiblanco. Sí en Champions, con un empate frente a la Juventus y una victoria ante el Lokomotiv en Moscú que dejan al equipo en una buena situación en la fase de grupos.
Es en el torneo doméstico donde el cuadro dirigido por Diego Simeone no ha dado la talla. Cinco partidos disputados, con una sola victoria y tres empates. Lo positivo, que sólo se ha perdido un encuentro, pero el bagaje general no es bueno.
El Atlético comenzó el curso con tres triunfos en las tres primeras jornadas. Esta situación le llevó a estar en lo más alto de la tabla, con nueve puntos, cinco goles a favor y dos en contra después de derrotar a Getafe, Leganés y Eibar. Los colchoneros sacaban cuatro puntos al Real Madrid y cinco al Barcelona.
Pero llegó el parón, y el Atlético reanudó la competición cayendo en San Sebastián, en un mala tarde de los madrileños, que fueron siempre superados por los donostiarras. Después, empate sin goles ante el Celta en casa, victoria 0-2 en Mallorca, derbi 0-0 en el Metropolitano y otro 0-0 en Valladolid para cerrar esta serie.
Seis puntos logrados de los últimos 15, saldo insuficiente para un equipo que quiere aspirar a pelear por LaLiga con Real Madrid y Barcelona que, a diferencia de los colchoneros, sí que han cumplido entre un parón y otro. Porque ahora mismo, la escuadra blanca lidera la clasificación con 18 unidades, dos más que los de Valverde, que son segundos con 16. El Atlético es tercero con 15.
Aunque el bajón es evidente en cuanto a resultados, la fiabilidad defensiva recuperada por los rojiblancos los mantiene en la zona noble, pues sólo han recibido dos tantos (en Anoeta) en este tiempo. El fallo, eso sí, ha estado arriba, con sólo dos goles anotados en cinco compromisos.
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