Rodrigo de Paul
se convirtió el lunes, de manera oficial, en jugador del Atlético de Madrid para las próximas cinco temporadas. A sus 27 años, el argentino llega al Metropolitano en el mejor momento de su carrera, después de haber conquistado la Copa América teniendo un papel principal en su selección y tras haber firmado una gran temporada en su anterior equipo, el Udinese, en la Serie A italiana.
Precisamente en esta competición, el flamante futbolista colchonero protagonizó unos brillantes números que le colocaron como el mejor en varias categorías. Algo que no pasó desapercibido para la dirección deportiva del Atlético y para su entrenador, Diego Simeone, que hace tiempo apuntaron a De Paul como objetivo prioritario para este próximo curso.
En Udine, el argentino disputó 184 partidos marcando 34 goles y dando 36 asistencias. Pero fue el último curso el de su explosión en el Calcio. En 36 encuentros de la Serie A, hizo nueve tantos y dio diez pases de gol, sumando más de 3.000 minutos de juego (concretamente 3.203’).
Pero no queda ahí la cosa. Porque De Paul fue el jugador que más regates intentó de toda la Serie A, con 182 (122 completados con éxito). También fue el que más duelos directos ganó de todo el campeonato, con 289. Y gracias a su juego vertical, el que más faltas recibió de toda la liga, con 126, una media de 3,5 infracciones por partido.
Y CON LA SELECCIÓN…
Su buena temporada con Udinese le llevó de cabeza a tener un papel principal en la selección argentina en la Copa América. Scaloni ya contaba con él con anterioridad, pero su campaña le llevó a ocupar un lugar privilegiado en la jerarquía del combinado albiceleste.
Fue titular en los dos partidos de las eliminatorias sudamericanas previos a la Copa América, ante Chile y Colombia, disputando los 90 minutos. Y en el torneo de Brasil, jugó seis de los siete partidos de Agentina (en el que no participó, el seleccionador rotó pues Argentina ya tenía la clasificación para cuartos en el bolsillo), cinco de ellos en el once titular. En los cuartos, la semifinal y la final, De Paul estuvo siempre sobre el terreno de juego, siendo decisivo en el título logrado por la Albiceleste, cuajando una soberbia actuación en la final, con un pase de lujo a Di María incluido que acabó en el definitivo 1-0 con el que acabó la final en Maracaná.
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