Los nuevos jardines son poderosos polos de atracción de las ciudades; botánicos renovados, forestas verticales, espacios diseñados con vegetación acuática o plantas espontáneas, bibliotecas de árboles, laberintos cromáticos y un sinfín de maneras de innovar y mejorar la vida en las urbes del mundo a través del contacto con la naturaleza. Medios agrestes domesticados para procurar placer, y ciudades abruptas y enrevesadas que suavizan sus parques y espacios verdes.
Si tenemos que vivir en un laberinto, que al menos sea vegetal, le comentaba el escritor Jorge Luis Borges a Franco Maria Ricci, editor, bibliófilo e impulsor del Labirinto della Masone, diseñado por Davide Dutto y ubicado en la fundación Franco Maria Ricci en Parma. El monumental laberinto, hecho con unas 200.000 plantas de bambú, se abrió hace cuatro años y, sin embargo, por su evolución natural este es su momento de mayor esplendor.
Nos dejamos guiar por los arquitectos y diseñadores de paisaje más reconocidos, que se mueven de ciudad en ciudad transformando sus vías principales, generando nuevos puntos de encuentro saludables, paseos que sorprenden con perspectivas diferentes y sugerentes sobre las plantas más comunes.
De Valencia a Singapur, París y Madrid
“El paisaje conforma nuestro espíritu. Aprendí en mi infancia el significado poderoso de la naturaleza domesticada, convertir la tierra yerma en frondosa vegetación, la belleza y la funcionalidad del diseño de un jardín”, así se expresaba Kathryn Gustafson, arquitecta y paisajista estadounidense, en el último Hay Festival en el IE de Segovia. La naturaleza no como recurso, sino como disfrute y regocijo en la vida. El Parque Central de Valencia es una de las últimas obras inauguradas de Gustafson —a finales de 2018—. Trabajó en el aprovechamiento de los espacios existentes, un juego visual y espacial entre la viveza del color y su ausencia. “El invierno deja ver a los árboles desnudos, una esencia vital que nos inspira. Espero que este hermoso parque pueda crecer en sus siguientes fases”, explica a El Viajero. Este espacio forma parte de la primera fase de un gran proyecto relacionado con la reconversión de la Estación Central de trenes de Valencia, una tipología de proyecto que se repite en muchas ciudades, Milán o Madrid entre ellas.
En Singapur, también en 2018, Gustafson convirtió los espacios comunes del complejo de viviendas y oficinas Marina One en una selva asiática; una vegetación densa y profusa que envuelve cada curva de los edificios diseñados por el estudio escandinavo Ingenhoven. Plantas como esculturas y el agua como elemento envolvente de los espacios, sea líquida o sólida con formas de agua en las fachadas pétreas.
En un futuro próximo, en 2024, la arquitecta, junto con su estudio GP+B, llevará a cabo el parque más deseado de París, el de la Torre Eiffel. Será una nueva avenida verde desde el Museo de Arte Moderno hasta la base del símbolo parisiense por excelencia. Y otro de sus trabajos verá la luz en Madrid: el futuro proyecto de renovación de Azca, en el paseo de la Castellana, ha sido ganado por el estudio Diller Scofidio + Renfro, autores del High Line de Nueva York, y se completará con la poética paisajística de Gustafson.
Milán más y más verde
“Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas”, dijo Cicerón. Una cita tomada literalmente por una de las diseñadoras de parques más renombradas del momento: Petra Blaisse. Su objetivo fue desarrollar uno de los nuevos espacios verdes que están cambiando la faz de Milán. La Biblioteca degli Alberi muestra las especies vegetales como un libro abierto, el conocimiento de la naturaleza a través de paseos temáticos rodeados por nuevos edificios exultantes, como los de Stefano Boeri Il Bosco Verticale, convertidos en una referencia internacional (tanto que Boeri está proyectando en este momento varias ciudades-bosque o bosques-ciudades en China).
Otro de los nuevos espacios verdes en una zona en plena renovación de la ciudad italiana es el parque de la Piazza Olivetti, dedicado a uno de los más insignes industriales del diseño en el país, Adriano Olivetti. Los arquitectos Antonio Citterio y Patricia Viel han comenzado además el desarrollo de esta zona del sur de Milán, que ampliará los límites de la urbe con viviendas, oficinas, escuelas e infinidad de espacios verdes. El jardín de la Piazza Olivetti, del arquitecto Carlo Masera, ha sido el primero en abrirse. Le caracteriza la presencia predominante del agua como símbolo del ecosistema húmedo de la ciudad. Se puede disfrutar canalizada, en estanques y en fuentes que integran vegetación acuática, rodeando a las plantas y árboles seleccionados por el paisajista. Una vegetación autóctona y espontánea, es decir, la que crece de forma natural. Para un jardín supone una novedad, una belleza distinta, más libre y conectada con la esencia agrícola de Lombardía.
Otras novedades verdes
La reapertura en 2019 de Chillida Leku en Guipuzkoa, con la gestión de la galería de arte suiza Hauser & Wirth, conllevó varias novedades. Entre ellas un jardín diseñado por Piet Oudolf dentro del gran parque de esculturas. “Las obras de mi padre cobran vida con cada ondulación de la tierra, y con cada reflejo verde de la hierba y de la sombra que procuran los árboles circundantes. El cierre reciente ha dado fuerza a la naturaleza, la hierba nunca ha estado tan verde”, comenta a El Viajero Luis Chillida, presidente de la Fundación Chillida e hijo del escultor. Piet Oudolf da la bienvenida en la entrada de Chillida Leku con sus conocidas formas paisajísticas vegetales a base de plantas perennes, a menudo autoregenerativas, arbustos y flores silvestres que se habían ignorado hasta el momento en los jardines. También con nuevas formas de ordenar la vegetación que conllevan un cambio de perspectiva, el descubrimiento de nuevos matices. Conocido por su High Line de Nueva York, Oudolf firma también el paisajismo que envuelve el nuevo centro de arte Hauser & Wirth Menorca, inaugurado en la isla balear este julio.
Nueva York goza de otras de sus obras creativas, como el Battery Park frente al Hudson, que forma parte de una línea continua de parques que rodean Manhattan y devuelven a la metrópoli una mirada hacia el río. Lo mismo sucede con un nuevo parque abierto este año en la Gran Manzana: el Waterline Square Park, diseñado por Mathews Nielsen Landscape Architects. Y otro más reciente y de los más singulares: Little Island. Diseñado por el arquitecto Thomas Heatherwick e inaugurado el pasado mayo, se trata de una isla flotante ajardinada sobre el río Hudson.
Uno de los últimos proyectos verdes de Santander ha sido el jardín vertical interior más grande de Europa. Está situado en el antiguo edificio de la Tabacalera, hoy Centro Cívico de Castilla-Hermida. El diseño es del estudio sevillano Terapia Urbana, especializado en naturación urbana. Las 22.564 plantas interiores se eligieron teniendo en cuenta las horas de luz natural directa e indirecta recibidas en cada nivel a lo largo del día en las diferentes estaciones del año.
Marisa Santamaría es investigadora y docente de tendencias globales del diseño.
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