Sin lugar a dudas. Robert Moreno mereció dirigir a España en la próxima Eurocopa después de haberla clasificado bajo su mando. Si bien es absolutamente comprensible el regreso de Luis Enrique, bendito regreso por como se dieron las cosas, eso no exime que la Selección había cogido un color y dinámica de juego algo distinta que con ‘Lucho’, y puede ser que otro cambio más en el mando de la selección sea contraproducente con el planteamiento y el plan de convocatoria, con jugadores que tenían la confianza de Robert Moreno que puede que con Luis Enrique no tengan las mismas oportunidades ya que, para gustos, colores. El grupo había terminado unido y, lo que es más importante, con un sello propio de juego que encima volvía a funcionar. Ahora, un nuevo empezar, a pocos meses para la Eurocopa. Luis Enrique tenía que volver, sin duda alguna, pero igual hubiera sido mejor de cara al Mundial.
Vaya por delante que Robert Moreno ha cumplido con creces mientras ha estado al mando, pero el seleccionador de este ciclo es Luis Enrique. El amargo paso al lado del asturiano nunca ha dejado de ser reversible, y una vez se ha tomado la decisión de su regreso, no hay motivo de peso para esperar a que pase la Eurocopa. A fin de cuentas, en los meses que ‘Lucho’ ha estado ausente, detrás de la Selección ha continuado su grupo de trabajo. Siendo Robert Moreno la cabeza visible, sí, pero manteniendo la línea que se había seguido desde julio de 2018.
Es evidente que lo sucedido estas últimas horas resulta incómodo para todos y crea cierta confusión respecto a cómo se han sucedido los hechos, pero también que la vuelta de Luis Enrique es una gran noticia. El objetivo de todos continúa siendo ganar la Eurocopa del próximo verano, y a buen seguro que ver a ‘Lucho’ en la banda aportará un extra a la Selección.
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