El Sevilla ha pasado página tras la dura derrota que sufrió este miércoles ante el Chelsea, un 0-4 en el Sánchez Pizjuán que fue una auténtica sorpresa en un equipo que si por algo se había caracterizado desde que Julen Lopetegui es su entrenador es por su carácter competitivo, un espíritu guerrero y combativo que va en el ADN de este club que ha logrado en los últimos años experimentar un crecimiento espectacular.
La constatación de que la segunda unidad no está a la altura del once titular es lo primero que saltó a la vista en una noche gélida y triste en Nervión, donde tampoco estuvo la afición para apoyar al equipo de Lopetegui. El otro aspecto que quedó meridianamente claro es que el entrenador guipuzcoano le ha dado prioridad a la visita del Real Madrid este sábado al Sánchez Pizjuán a ser primero de grupo en una Champions en la que los blancos ya tenían la clasificación para octavos en el bolsillo. Ganarle al Chelsea no garantizaba tener el mejor cruce, puesto que aún resta una jornada en la que el Sevilla debe visitar al Rennes en Francia y la plantilla está muy mermada por las bajas y por la acumulación de esfuerzos a la que obliga el cargadísimo calendario que ha propiciado el Covid-19.
Con Ocampos y De Jong tocados, sin lateral izquierdo y con Jesús Navas repitiendo y repitiendo partidos, a Lopetegui se le juntó todo. Dos jugadores de baja por Covid (Bono y Carlos Fernández), Escudero, Acuña y Suso lesionados, sin poder utilizar al tercer portero ni a Aleix Vidal ni Gnagnon en la Champions, la lesión de Vaclik en el calentamiento precipitó el debut del portero del filial, Alfonso, que se comió el marrón y sufrió la voracidad goleadora de Giroud.
Jugadores que debutaban como titulares, Idrissi, otros que apenas cuentan como Franco Vázquez, Sergi Gómez u Óscar Rodríguez… dieron pie a un inicio de partido en el que los jugadores del Chelsea parecían aviones. Una goleada así no estaba ni mucho menos en el guión, pero ya está todo olvidado y no se piensa en otra cosa que no sea el Real Madrid.
No era el resultado que esperábamos, pero lo verdaderamente importante es que llegábamos con los deberes hechos. Son muchos partidos y en diciembre nos quedan siete”, decía José Castro, el presidente de la entidad. Hay que poner en valor lo que está haciendo el equipo, con el título de la Europa League y clasificados para octavos tras cuatro jornadas. Hemos hecho tres victorias seguidas en LaLiga y eso nos tiene que llevar al lugar que nos corresponde. El del sábado (ante el Real Madrid) un partido muy importante, todos los clubes este año tienen sus problemas por muchas circunstancias y estoy seguro de que daremos de nuevo la cara para conseguir los puntos”.
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