El entusiasmo con el que el PSG ha empezado la temporada no esconde la decepción por el final de mercado, en el que se frustró la operación Skriniar. El Inter no aceptó ninguna de las propuestas y el campeón francés se debate ahora si le va a bastar con Sergio Ramos, Kimbembe y Marquinhos. Con la zaga de tres centrales con la que quiere jugar Christophe Galtier, solo Danilo puede ejercer como parche en momentos puntuales.
Aunque por ahora acompañan los resultados, en la trastienda hay un enfado importante de Luis Campos con Antero Henrique, encargado de agilizar las negociaciones de compra y venta de futbolistas. El primero, el ex del Mónaco, no entiende que su compatriota esperara a tener perfiladas casi todas las salidas para empezar a fichar. El reto era ingresar 150 millones de euros, de los que apenas se ha logrado una tercera parte.
Cuenta el diario L’Équipe que durante el mes de julio el PSG solicitó un visado para Japón para Skriniar, porque internamente pensaban que iban a poder cerrar el fichaje sin los muchos problemas que ha habido. Sin embargo, se impuso otra vez la regla de Antero Henrique: “Hay que vender para comprar con el dinero generado”. Como al final no se cobró tanto como se esperaba, la oferta del PSG al Inter nunca fue suficientemente atractiva.
Otra de las cuestiones que han molestado a Luis Campos es que, a pesar de que el club ha dado salida a muchos futbolistas con los que no se cuenta, algunos han ido a reforzar a rivales directos como el Benfica o la Juve, con quienes van a encontrarse en la fase de grupos de la Champions. Draxler se fue al cuadro portugués y Paredes al italiano. No puede servirle de excusa al PSG, pero el cierre de mercado no ha ido como quería.