A pesar de que un juzgado de primera instancia la pasada semana dictaba una buena noticia para José María del Nido Benavente al admitir las medidas cautelares solicitadas por éste en la demanda para romper el pacto de gobernabilildad firmado por los máximos accionistas del Sevilla, el ex presidente ha sufrido un nuevo revés en una resolución de la Audiencia Provincial. Aquel fallo de un juzgado de lo Civil le daba vía libre para votar en la Junta de Accionistas sin alinear su voto al de José Castro y su propio hijo, el vicepresidente José María del Nido Carrasco.
Ahora, según este auto dictado por los magistrados de la Audiencia para el que no cabe recurso, Del Nido no podrá desagrupar las acciones que forman su paquete mayoritario, que en 2018 agrupó acogiéndose al derecho de las minorías para tener tres representantes en el consejo. Y esto impide que pueda votar a favor del punto del orden del día que el grupo que ahora lo apoya, ‘777 Partners’, pidió incluir para remover los cargos del consejo de administración y nombrar a un nuevo presidente.
Sin embargo, Del Nido no desfallece y el letrado sevillano publicó en su estado de Whatsap una frase que suena a aviso para navegantes. “No importa cuantas veces caigas, lo importante es que te levantes una vez más. Seguimos hasta la victoria final”, mostraba el ex presidente tras serle notificada la resolución de la Audiencia.
La batalla va a ser larga. De momento, Castro y la alianza que lo mantiene en la presidencia tienen la sartén por el mango de cara a la próxima Junta del día 29. Del Nido es el máximo accionista a título individual controlando un 31% aproximadamente de los títulos. Sin embargo, en virtud del pacto que las grandes familias sevillistas firmaron en 2019 si cualquiera de éstos vota en sentido contrario del resto tendría que hacer frente a una penalización económica muy fuerte. Y el Juzgado que le dio la razón a Del Nido permitiéndole votar como medida cautelar también dejó claro que el pacto sigue vigente y, con él, las fuertes penalizaciones.
Un auténtico galimatías que se completa con la imposibilidad de votar en el punto clave, el de los cargos del consejo, en el que en la Junta anterior se quejó con la célebre frase de que le habían dado “un mando sin pilas”