El síntoma más identificativo de que a la Real le marcha bien en la vida es ver cómo la producción de su fábrica no se detiene. Hasta en el año que más desapercibida puede estar pasando la razón de ser del club, por el brillo de las estrellas externas, la cantera responde con la fiabilidad habitual. Los cuatro de Zubieta que se han estrenado esta temporada como miembros del primer equipo han sido los encargados de realizar el mayor salto al que se puede aspirar defendiendo este escudo: del Sanse al cielo.
Robin Le Normand, Aihen Muñoz, Ander Guevara y Ander Barrenetxea han convencido mientras el fútbol ha funcionado con normalidad. Su cuota protagonismo está repartida a la imagen y semejanza de las contingencias derivadas de cada demarcación. Entre los cuatro suman el 9% de los minutos que la Real ha completado entre Liga y la Copa del Rey hasta que el coronavirus hizo acto de presencia hace tres semanas.
La defensa de la Real tiene en Le
Normand a su central más utilizado. El francés procedente del filial firma asimismo un pleno en la Copa: no se ha perdido un solo segundo del camino hacia la final. Sus prestaciones se han revelado impecables en el eje de la zaga.
Aihen
Muñoz desempeña el rol más secundario del cuarteto. La Real fichó a un internacional como Nacho
Monreal y el canterano de Etxauri fue relegado del lateral izquierdo. Sólo fue titular antes de que el ex del Arsenal recalara en Anoeta, no pasa de los 13 partidos pero siempre que aparece en la palestra cumple, sin desentonar. Sólo han trascurrido un año y tres meses de su debut en el Bernabéu.
Barrenetxea, joya de la corona
Guevara es el canterano primerizo que lleva la voz cantante si se tienen en cuenta sus dotes de liderazgo. El gasteiztarra suma 20 partidos oficiales nada más ascender del Sanse. Ha rebasado el millar de minutos (1.216), de modo que Imanol confía sin temor a equivocarse en su fútbol como pivote. Zubeldia representa una feroz competencia por el puesto, a la espera de que Illarramendi se recupere de su lesión.
El más joven de este particular grupo es Barrenetxea (18 años). También el que menos ha jugado (603 minutos). Y, al mismo tiempo, la apuesta más clara del club, ya que el contrato del donostiarra se alarga hasta 2025. Nadie en la plantilla ha firmado uno más extenso. La joya de la corona ha sido capaz de marcar tres goles en sus 18 encuentros y de maravillar por momentos gracias a su prodigioso talento.
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