Sin probaturas ni experimentos. Imanol se toma la competición de Copa de idéntica manera que el pasado año, aunque el calendario del presente esté más cargado: pensando en llegar a la final. Conocedor de los fiascos que han jalonado la trayectoria de la escuadra donostiarra en esta competición desde que fue campeón en 1987 y subcampeón en 1988 hasta prácticamente hace 10 meses, el técnico no quiere sorpresas ante un Segunda B como el Córdoba. De hecho, el oriotarra no tiene previsto echar mano del filial para este encuentro inaugural: sólo desplazará a uno o dos porteros del Sanse para cubrir las espaldas de Álex
Remiro, considerando que Miguel
Ángel
Moyá sigue lesionado. De hecho, Gaizka
Ayesa y Unai
Marrero han sido los únicos integrantes del segundo equipo que se han venido ejercitando con el primer en los últimos días.
Así las cosas, la idea de Imanol es completar la convocatoria de 20 con futbolistas de su plantilla más los porteros suplentes del filial. Como le sucedió en la Supercopa, tendrá que hacer descartes por decisión técnica, algo que no le ha tocado en Liga porque la citación puede ser hasta de 23 jugadores. El pasado miércoles en Copa Merquelanz, Roberto
López e Illarramendi fueron los descartados.
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