FLORIDA – La ciudad de South Miami y una coalición de defensores de los inmigrantes demandaron el martes al gobernador de Florida, Ron DeSantis, por una nueva ley que obliga a las agencias locales a cooperar con los funcionarios federales de inmigración.
La demanda presentada por los abogados con el Southern Poverty Law Center dice que la nueva ordenanza erosionará la confianza en la aplicación de la ley y dará lugar a un perfil racial. Se asegura que las personas morenas y negras serán objeto de hostigamiento por parte de las fuerzas del orden porque podrían ser percibidas como extranjeros.
DeSantis firmó el proyecto de ley el mes pasado para prohibir las políticas “santuario”.
La nueva ley prohíbe a los gobiernos locales promulgar políticas que protejan a los inmigrantes en el país de la deportación.
Los opositores han dicho que la ley haría que las personas sean deportadas por delitos menores, como infracciones de tránsito.
DeSantis tiene una relación cercana con el presidente Donald Trump, quien hizo de la inmigración ilegal una de las principales prioridades en su gobierno. Trump ayudó a DeSantis a ganar la primaria del Partido Republicano el año pasado. DeSantis presionó a la Legislatura para que aprobara el proyecto de ley. El senador republicano Joe Gruters, quien también preside el Partido Republicano de la Florida, patrocinó el proyecto de ley y argumentó repetidamente que se trataba simplemente de respetar el estado de derecho.
La demanda argumenta que algunas víctimas de abuso doméstico, violación y trata de personas no denunciarían los crímenes por temor a ser deportados.