Los Houston Rockets darán una oportunidad a DeMarcus Cousins, que hace mucho que no es ese pívot dominante que alcanzó cuatro All Stars en el pasado. Según ‘The Athletic’, el jugador ha firmado un contrato no garantizado de un año con los texanos. “Estoy agradecido por la oportunidad y entusiasmado por lo que hay delante”, declaró Cousins a ‘The Undefeated’
El jugador, que fue descartado por Los Angeles Lakers el pasado mes de febrero para dar espacio a Markieff Morris, lleva un par de años en el dique seco.
Por entonces, Cousins se recuperaba de una rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda y según Frank Vogel, iba camino de estar listo para los playoffs. La pandemia y las urgencias de L.A. sobre el parquet evitaron que pudiera volver a sentirse jugador en Hollywood.
En enero de 2018, Cousins se rompió el talón de Aquiles con los New Orleans Pelicans y en abril de 2019 un desgarro en el cuádriceps le dejó K.O. para los playoffs con los Golden State Warriors. En total, el interior ha participado en 95 partidos de 328 posibles.
Con 30 años, el una vez dominante pívot de los Sacramento Kings, que llegó a estar considerado como el mejor interior de la competición, todavía tiene margen para convertirse en una pieza que contribuya a la franquicia.
Sus promedios de carrera de 21,2 puntos, 10,9 rebotes, 3,2 asistencias, 1,4 robos y 1,2 tapones por partido con un 46,1% de acierto en tiros de campo y un 33,2% en triples hablan por sí solos de la calidad que atesora el pívot. Además, con los Pelicans, logró mejorar su acierto exterior hasta el 35%, una arma útil en unos Rockets todavía especialistas en el tiro.
Con James Harden enfadado y Russell Westbrook contrariado tras un año nefasto, todavía queda tela por cortar en la plantilla texana.
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