Los Sixers silenciaron de golpe cualquier duda que hubiera podido surgir a raíz de su última derrota contra los Heat (99-101). El equipo de Philadelphia se tomó la revancha en un nuevo enfrentamiento contra la franquicia de Florida de una manera impactante, no sólo imponiéndose con mucha claridad a unos Heat con todos sus efectivos más importantes a excepción de Kyle Lowry, sino haciéndolo sin Joel Embiid, fuera por unas molestias en el pie (96-119).
Aunque no sea una constante, los Sixers demostraron en Miami que pueden hacer lo que se les pide cuando no está el pívot camerunés o en caso de que no tenga su mejor día: una noche de James Harden más o menos consistente en el tiro y una productiva de Tyrese Maxey.
La ‘Barba’, obligado a asumir un rol más anotador sin su compañero, firmó 23 puntos con un decente 6/15 en lanzamientos para las malas series que suele registrar a veces y un 4/9 en triples y esta vez se quedó en 5 asistencias, más limitada su función de asistente. Maxey respondió por su parte con 27 tantos tras un notable 10/17 en tiros y un 4/7 en triples.
Además de la buena actuación de Tobias Harris (18), también sumó esta vez el irregular banquillo de los Sixers, pues estando Maxey en el quinteto titular aportó hasta 38 puntos, destacando los 16 tantos y 14 rebotes de Paul Reed y los 12 de Shake Milton.
En los Heat -que perdían 53-71 al descanso-, los 20 puntos de Bam Adebayo o los 16 de Jimmy Butler no alcanzaron para competir un encuentro en el que Philadelphia fue superior en rebotes -41 a 33-, triples -38,5% frente al 24% de los de Erik Spoelstra-, y asistencias, con 25 por 18 de Miami, séptimos con 33-30 en un Este donde los Sixers siguen tranquilos en la tercera plaza con 40-21.