El escolta de los San Antonio Spurs, DeMar DeRozan, ha hablado sin tapujos del protocolo sanitario de la NBA y de lo ridículo que todo suena, a veces, para los jugadores. El californiano explicó en una rueda de prensa por videoconferencia que mantener la distancia de seguridad de dos metros en todos los espacios que no sean la cancha de entrenamiento o durante los partidos le parece algo contradictorio.
“Lo del ping-pong es ridículo, para serte honesto”, decía el escolta. “Los chicos no pueden hacer eso, ¿pero pueden batallar los unos con los otros?” DeRozan se refiere al protocolo de la liga, que detalla incluso cómo los jugadores deberán jugar a ping-pong sin pareja. Para el escolta, los específicos del plan son difíciles de digerir:
“He leído 10 líneas del manual y lo he cerrado, porque por momentos era frustrante y abrumador, porque nunca pensé que estaríamos en una situación así. A veces es difícil de procesar”.
El alejamiento respecto a sus familias y la situación generalizada de distanciamiento social y aislamiento que provocará el confinamiento en la burbuja preocupa también a DeRozan, uno de los jugadores más activos a la hora de compartir los problemas psicológicos y mentales que sufren los atletas de primer nivel.
“Será una opción para todos, tener los recursos a mano para adelantarnos a ello. Sin duda será un reto para todos”, reflexionaba el jugador. “Estás llevándote a tipos que han estado con su familia cada día los últimos meses y, de repente, los separas de todo el mundo en un espacio confinado, quitándoles muchas de las cosas alegres que hacen fuera de una cancha de baloncesto… cada jugador tendrá que pasar por ello en su cabeza”.
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