Ron DeSantis ha visitado este lunes la frontera de Estados Unidos y México para compartir su visión de política migratoria de llegar a la Casa Blanca en 2024. El gobernador de Florida busca remontar en las encuestas y recortar la distancia de quien va en cabeza, el expresidente Donald Trump. En plena campaña de conquista de los núcleos más duros de la derecha, el aspirante criticó por blanda la política del exmandatario en la frontera y prometió una estrategia más agresiva, que incluye la “fuerza letal” de las autoridades locales, para poner freno a la inmigración irregular que cruza desde México.
“Esta frontera está controlada por los cárteles de la droga”, aseguró DeSantis en una conferencia de prensa desde Eagle Pass, en Texas. Detrás de él tenía el río Bravo, el límite natural que separa a Estados Unidos de México y el último escollo para miles de personas que inician su viaje al norte desde decenas de países de América Latina.
El gobernador de Florida ha prometido este lunes detener “sin excusas” el flujo migratorio de llegar a Washington tras las presidenciales de noviembre del próximo año. Resume su estrategia en tres puntos: Asegurar la frontera, continuar la construcción del muro y “detener la invasión”. Lo primero que haría sería decretar una “emergencia nacional”, establecer una ley marcial en algunos puntos de los más de 3.000 kilómetros de línea y acabar con la “falsedad del asilo”.
El político ultraconservador se ha sumado a otros aspirantes republicanos, como el propio Trump, que han prometido eliminar incentivos para los inmigrantes que han llegado ilegalmente. Entre estos “empleo, beneficios sociales pagados por los impuestos” y la ciudadanía estadounidense por nacimiento. “Me refiero a esta idea de que puedes cruzar la frontera y dos días después tener un hijo que, de alguna manera, es un ciudadano estadounidense. Ese no fue el propósito original de la decimocuarta enmienda [el texto de 1868 sobre protección igualitaria]. Está mal que la gente utilice a nuestro país para turismo de partos”, ha dicho DeSantis.
El mandatario local llegó la noche del domingo a Texas. Ha prometido elevar el uso de la fuerza en el combate de la inmigración irregular. “Vamos a redefinir las reglas para un enfrentamiento. Si alguien se está metiendo a tu casa para hacer algo malo, responderías con fuerza. ¿Por qué no lo hacemos en la frontera sur? Si los carteles están haciendo huecos al muro, terminarán muertos tras esa decisión”, ha señalado el gobernador, quien dijo que la Administración de Trump no hizo nada por erradicar a las organizaciones criminales mexicanas.
El gobernador encabezó dos eventos en la comunidad fronteriza, una región que ha sufrido ante el incremento de inmigrantes que han arribado desde que inició la era de Joe Biden en Washington. Una encuesta de la agencia AP señala que el 60% de los estadounidenses reprueban la política migratoria del Ejecutivo. DeSantis, quien enfrenta problemas en Florida por su retórica anti inmigrante, se ha visto obligado a endurecer su discurso como estrategia de crecimiento en las encuestas.
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Esta es su segunda visita a la frontera con México en menos de un mes. A principios de junio, DeSantis viajó a Arizona, un Estado vital para los intereses de los republicanos, para criticar las decisiones adoptadas por los demócratas. Se reunió con autoridades del condado de Cochise, quienes han mostrado preocupación por el aumento de persecuciones de alta velocidad a traficantes de personas.
DeSantis ha aprovechado sus eventos en Texas y Arizona para prometer una reforma legal que permitiría a las policías estatales y algunas oficinas del sheriff de entidades fronterizas deportar a quienes llegan por la línea, una tarea que hoy está en manos exclusivamente del Departamento de Seguridad Interior y la Patrulla Fronteriza.
Críticas a Trump
Los periodistas que han cubierto el recorrido de DeSantis por la frontera le preguntaron qué lo hacía diferente de Trump, quien se popularizó gracias a su política de mano dura contra la inmigración. “Me sorprendí cuando me dijeron que hubo más deportaciones los primeros cuatro años de Obama que en la Administración de Trump, lo que me pareció increíble”, señaló el gobernador de Florida a manera de crítica de su principal rival.
“Se construyó algo del muro, pero ni siquiera se acerca a lo que se necesita”, continúo el político. DeSantis admitió que comparte mucho de la visión que Trump tiene de la frontera, pero ha asegurado que mucho de lo prometido por el expresidente en 2016 no se hizo. “Donde diferimos es que seremos más agresivos respecto a lo que él hizo en lo que se refiere a dar poder a las autoridades locales”, ha añadido.
Donald Trump no se quedó callado ante la visita de su rival a Texas. “El presidente Trump hizo más segura la frontera de Estados Unidos. Solo pregúntenle a Ron DeSantis”, afirmaba un comunicado enviado por su campaña. Trump dijo que le había parecido “muy aburrido” el evento de DeSantis en Eagle Pass, donde se reunió apenas con un centenar de personas.
El aspirante emprende una gira por la línea fronteriza en la que promete cerrar el grifo a la inmigración ilegal “sin excusas”. No obstante, no ha explicado cómo logrará mucho de lo que adelanta, acciones que necesitan del Legislativo e incluso reformas constitucionales, improbables en los tiempos de polarización en el Capitolio. “No vamos a tener una segunda oportunidad. O ganamos la elección o jamás vamos a poder arreglar esto”, dijo DeSantis mientras señalaba a sus espaldas, al caudaloso río Bravo.
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