Desaparecida: ¿Dónde está la alumna más brillante de Senegal?


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Tiene 20 años y durante dos años seguidos, en 2018 y en 2019, fue reconocida como la mejor alumna de Senegal, por eso recibió una beca para estudiar en Francia. De hecho, está cursando lo que en el sistema galo conocen como “clases preparatorias” en el distinguido instituto parisino Louis-le-Grand, que deberían darle acceso a las Grandes Escuelas de la enseñanza superior, es decir, la más absoluta excelencia universitaria del sistema francés. Pero Diary Sow, esta estudiante senegalesa, desapareció el día 4 de enero en París, sin dejar ni rastro. La noticia de la desaparición de esta joven, modelo del éxito en la enseñanza, ha movilizado tanto a la sociedad senegalesa como a la comunidad de estudiantes del país africano en Francia y a otros referentes de las diásporas del continente. Las redes sociales han visibilizado especialmente esta movilización conjunta a través de la campaña #RetrouvonsDiarySow (Encontremos a Diary Sow).

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La campaña en los medios sociales ha permitido unificar los esfuerzos de diferentes colectivos y provocar una ola con la que se pretende que el caso de Diary Sow no pase desapercibido y que las autoridades galas destinen todos los recursos necesarios para resolver la misteriosa desaparición. El caso se ha convertido en una cuestión de Estado, tanto en Senegal como en Francia, como señalaba Serigne Mbaye Thiam, el ministro de Agua y Saneamiento de Senegal y mentor de la joven desaparecida. La atención mediática recibida ha sido inesperada.

El día 4 de enero Diary Sow debía regresar a las clases después de las vacaciones navideñas. Ese día su tarjeta de identificación fue utilizada para salir de la residencia de estudiantes en la que vivía en el Distrito XIII de París, pero no llegó a presentarse en las aulas del instituto Louis-Le-Grand. La joven senegalesa se había destacado por la constancia y dedicación a su educación de manera que sus propios compañeros de clase fueron los primeros en echarla de menos.

Compartir la información en redes sociales se planteaba como una forma de multiplicar los ojos que buscan, de intentar encontrar testigos que llenen los numerosos vacíos que tiene un episodio con todos los componentes de una novela de misterio.

Una de las primeras publicaciones sobre el caso, aparecida en el portal de noticias senegalés Seneweb el 7 de enero, señalaba que estos mismos estudiantes senegaleses en París habían lanzado la voz de alerta a través de mensajes en las redes sociales alertando de la situación. Pero ese día, el consulado del país africano en la capital francesa había denunciado la desaparición de Diary Sow a la policía y la noticia se había extendido rápidamente entre los usuarios de redes sociales en Senegal. Algunos de esos primeros mensajes tuvieron un considerable alcance.

Al día siguiente, el propio Consulado General de Senegal en París utilizó su página de Facebook para solicitar ayuda en la búsqueda de la joven. Y a partir de ese momento, sobre todo, en los círculos senegaleses de usuarios de redes sociales se ha extendido el llamamiento a la movilización. No solo se trataba de expresar la sorpresa y la consternación por la desaparición de una joven que era un referente y que se percibía como un motivo de orgullo de la sociedad senegalesa, sino que compartir la información se planteaba como una forma de multiplicar los ojos que buscan, de intentar encontrar testigos que llenen los numerosos vacíos que tiene un episodio con todos los componentes de una novela de misterio. La figura preeminente de Diary Sow se completa con la publicación de una novela aparecida en agosto de 2020 Sous le visage d’un ange, que además le volvió a dar presencia en los medios de comunicación senegaleses.

Después de esos primeros momentos, la acción en las redes sociales se organizó y un grupo de tuiteros empezó a recomendar el uso del hashtag #RetrouvonsDiarySow que ha sido clave para que el asunto consiga una visibilidad poco previsible.

El lanzamiento de la etiqueta ha permitido que el interés de la sociedad se escuche como una sola voz y ha transmitido a las autoridades la confianza en que la búsqueda sería una prioridad. De esta manera no han sido pocos los mensajes que se han dirigido al presidente senegalés Macky Sall para exigir diligencia y al francés Emmanuel Macron para transmitir el celo que se esperaba de las instituciones galas en la búsqueda. Las acciones digitales han sido el complemento de la movilización de los estudiantes senegaleses en Francia que se han organizado para repartir carteles con la fotografía de la joven estudiante.

La mayor parte de las cuentas de activistas digitales y de influencers de Senegal, actores, humoristas, presentadores han colaborado en la visibilización de este caso. De la misma manera, en los últimos días, se han visto mensajes de algunas personalidades destacadas y con un peso considerable en las comunidades de las diásporas africanas, como por ejemplo la popular militante panafricanista Nathalie Yamb, la periodista y activista antirracista Rokhaya Diallo o el escritor Alain Mabanckou. Incluso el actor de moda, Omar Sy, retuiteó el mensaje de petición de ayuda lanzado por consulado general de Senegal en París.

El caso ha adquirido una especial repercusión como demuestra la atención que le han prestado los medios de comunicación. Los senegaleses se han volcado en el minuto a minuto de esta notoria desaparición, pero también lo han hecho los franceses que tienen vocación global, las televisiones y las radios han dedicado entrevistas y espacios en diversas emisiones, y se podría decir que todos los diarios y los portales digitales de noticias se han asomado al misterioso caso de Diary Sow, en ocasiones con amplias coberturas. Incluso algunos medios internacionales han seguido la evolución del suceso, desde la BBC o The Times en Reino Unido, hasta el Washington Post o el New York Times, en Estados Unidos. Y también una buena parte de los medios africanos con vocación continental.

Durante estas dos semanas de desaparición, diferentes hipótesis han ido cobrando fuerza, a pesar de que no han trascendido oficialmente las vías de investigación se han ido filtrando algunos pequeños detalles, como su viaje de Toulouse a París en un coche compartido después de las fiestas de Navidad. La difusión de rumores ha sido lo que ha provocado algunas informaciones, por ejemplo, cuando saltó a las redes el mensaje sobre su aparición y el consulado se apresuró a desmentirlo, las autoridades insistieron en que había indicios de que Diary Sow continuaba con vida. Esos discursos junto al hecho de que, según diversas fuentes, la inspección de su habitación reveló la ausencia de algunos enseres personales fundamentales como ropa y documentación han reforzado la hipótesis de una desaparición voluntaria. En los últimos días se ha insistido desde diferentes círculos en la presión que la joven estudiante soportaba, precisamente ahondando en esa posible explicación.

Así, el largo recorrido de este asunto ha hecho que no toda la actividad en las redes haya sido información, solidaridad y movilización. Se han producido algunos otros episodios de rumores, informaciones no contrastadas y noticias falsas. El mayor bulo fue un mensaje publicado por un periodista senegalés en el que aseguraba haber encontrado a la joven.

Esa información fue rápidamente neutralizada pero produjo una ola en las redes que obligó a las autoridades senegalesas a hacer un desmentido oficial. Las noticias falsas han sido mal acogidas por la comunidad de usuarios de redes, quienes han castigado severamente a aquellos que las han difundido y han obligado a sus autores a disculparse públicamente.

Cuando un caso tan popular como el de Diary Sow se prolonga en el tiempo se desata la gula por atraer la atención y eso, a menudo, hace que algunos medios den más crédito del esperado a todo tipo de versiones y presten micrófonos o espacios a todo tipo de supuestos testigos y a los informantes más inverosímiles. La reacción de las y los internautas a estas derivas ha sido también la desaprobación a través de los comentarios y de los mensajes en las redes sociales.

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