Intercambio descarnado de golpes en Montilivi en 45 minutos de aciertos ofensivos y permisividad defensiva de la Real y el Girona. Se adelantaron los txuri urdin en su primera acción de peligro, una gran jugada coral remachada por Sorloth tras asistencia de Take Kubo. El equipo gerundense remontó en tres minutos con un golazo impresionante de Riquelme, que anotó por la escuadra desde 25 metros tras tirarle un caño a Zubimendi, y con un cabezazo de Arnau ante la pasividad de la zaga realista que no atacó el balón aéreo. Merino pidió una falta previa de Castellanos, que se desentendió del balón para cortarle el paso al navarro en un bloqueo de baloncesto, figura, en teoría, no permitida en el fútbol.
Y ya al filo del descanso, volvió a afinar Sorloth. Zubimendi trazó un gran pase profundo con rosca por alto al noruego, que voleó el cuero tras gobernarlo con el pecho para batir por el palo corto y por bajo a Juan Carlos, portero catalán.
La Real está mostrando tanto poderío ofensivo como pies de barro ya que, siguiendo la tónica general de este primer tramo liguero, le meten gol con muy poco.