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Deschamps quiere ser como Pozzo

Deschamps quiere ser como Pozzo

Cómo me gusta esa foto en blanco y negro de Vittorio Pozzo con una libreta en mano apuntando detalles para su crónica en el diario ‘La Stampa’ de Turín. No había nada que le gustase más a Vittorio que escribir. Empezó a colaborar con la cabecera italiana cuando falleció su esposa. Había vivido una vida de ensueño pero en esos momentos lo único que le hacia feliz era escribir crónicas deportivas después de haber protagonizado las páginas más gloriosas del fútbol italiano.

Nació en Turín Vittorio y su familia le envió a estudiar en Francia, Suiza e Inglaterra. Fue en Manchester donde inició el contacto con el mundo del fútbol. Al regresar a casa empezó a jugar en el Toro y a trabajar en la Pirelli. Escaseaban los conocedores del mundo del fútbol y lo escogieron para ser seleccionador italiano en los Juegos Olímpicos de Estocolmo pero como el rendimiento no fue óptimo regresó a su trabajo en la Pirelli. En 1914 participó en la I Guerra Mundial como teniente de los Alpini y al regresar le volvieron a convencer para ser seleccionador, esta vez en los JJ.OO. de París’24, donde alcanzó los cuartos de final.

Amaba la táctica y suyo es el método atrevido de jugar un 2-3-2-3 con dos jugadores de banda y un medio centro defensivo por delante de los centrales. Con ese método dirigió a la selección italiana en el Mundial de 1934. Austria y Hungría eran los favoritos para conquistar la Copa Jules Rimet, pero los arbitrajes fueron tan caseros que primero Italia venció a la España de Zamora en cuartos de forma injusta y en la final la azzurra derrotó a Checoslovaquia. Pozzo fue condecorado por Mussolini. El siguiente Mundial fue en Francia. Italia derrotó a Hungría en la final (4-2) y Pozzo se convertía en el primer seleccionador en ganar dos Mundiales consecutivos.

Sólo Brasil ha ganado dos Copas del Mundo consecutivas como Italia, pero en su caso con dos seleccionadores distintos, Vicente Feola en Suecia’1958 y Aymoré Moreira en Chile’1962.

Didier Deschamps puede empatar con ‘Vittorio il bello’ en esa categoría de seleccionadores que consiguen ser bi-campeones consecutivamente. Ya logró otro hito de ser campeón del mundo como jugador y como entrenador, igual que Mario Lobo Zagallo y Beckebauer. El seleccionador galo, de 54 años, es un enamorado del rugby y del padel, su hijo ha sido profesional de este deporte que Didier practica desde hace más de una década.

El momento más duro en la vida del seleccionador fue el fallecimiento de su hermano, de 22 años, en un accidente de aviación. Philippe murió de forma trágica y eso marcó la vida de Didier. Muy ligado al país vasco-francés, Deschamps se toma la vida con seriedad pero con optimismo. Tiene la oportunidad de alcanzar a Pozzo, el hombre que amaba entrenar pero que aún más, adoraba ser el cronista de los éxitos deportivos de los demás. Cubrió Pozzo la Copa del Mundo de 1950 antes de fallecer con 82 años




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