Sergio Lapegüe es el nombre del conductor del noticiero matutino más visto en la tierra donde Messi nació. Los argentinos suelen despertarse observándolo en la tele. Y este martes de estreno mundialista, el periodista eligió una réplica de la camiseta que la albiceleste usó en el México 86, con una cinta de capitán azul. Era pura esperanza bien temprano, cuando la madrugada empezaba a irse. Fue decepción total más tarde, cuando la mañana ya estaba bien avanzada.
Todo eso que le sucedió al conductor/animador de TN, un poco más o un poco menos, les pasó a quienes vivieron el papelón albiceleste desde Argentina, donde por cuestiones de diferencia horaria el partido arrancó a las 7 de la mañana.
Mucho en la previa se habló de qué harían los chicos que debían ir al colegio. En algunas instituciones escolares se tomó la decisión de poner pantallas para que los alumnos vieran allí juntos el debut en Qatar. Sin embargo, no fue una decisión uniforme. Entonces, varios jóvenes faltaron a la escuela y se reunieron en diversos hogares para disfrutar el juego que al final sufrieron.
Más allá del horario incómodo, en distintos lugares del país se instalaron pantallas gigantes. En Buenos Aires, por ejemplo, en los bosques de Palermo, el gobierno de la Ciudad armó un fan fest, invadido por una multitud.
También algunos bares resolvieron abrir más temprano. Todo para exprimir la fiebre mundialista y potenciar la recaudación. En cada sitio, en cada rincón, todos lucían camisetas celestes y blancas, por supuesto. Y el recorrido de sensaciones a todos unificó: cánticos e ilusión inicial; inmensa tristeza al final.
Los programas televisivos de interés general armaron paneles para debatir luego del partido, pensados con una victoria. Terminaron en todos los casos tratando de buscar explicaciones a la derrota del campeón de América y a un Messi absolutamente gris.
En Crónica TV jugaron al límite con las palabras y, en un zócalo, escribieron: “Nos rompieron el… invicto”. En otros sitios cuestionaban a Alejandro Gómez. Decían de Papu que había jugado por ser amigo de Messi. Todos pedían cambios y se quejaban por los futbolistas que jugaron “tocados”.
Rodolfo De Paoli, el relator de TyC Sports, uno de los tres canales televisivos por los que se pudo ver el partido en Argentina, pidió casi rogando: “Ahora vendrán fuertes críticas. Por favor, esperemos hasta después del partido con México. Tengamos fe”.