Descubre las muertes de personajes históricos más absurdas de la Historia

La muerte es un destino ineludible para todos los vivos. Pero algunas formas de morir son tan extrañas, que si no fueran hechos lúgubres, casi arrancarían una sonrisa. Además la muerte de algunos personajes históricos resultan cuanto menos sorprendentes porque fueron bastante absurdas si tenemos en cuenta el personaje que acabó muriendo. Descubre a continuación, las 12 muertes más absurdas de la historia 

Las muertes más absurdas de la historia

Las muertes de personajes históricos nos recuerdan que, aunque algunos sean considerados como personas de sangre azul o dioses en la vida, la defunción nos alcanza a todos y, en muchos casos, de la manera más extraña e inverosímil que podamos imaginar. Si no nos crees, echa un vistazo a este listado de personajes que, aunque fueron famosos e importantes en vida, murieron de la forma más tonta que se pueda imaginar en muchas ocasiones.

Enrique I de Castilla

Entre las muertes de personajes históricos que murieron de manera curiosa podemos recordar a Enrique I de Castilla. Este monarca perdió su vida por una pedrada mientras jugaba con amigos. La sangre azul no le sirvió de nada en este caso.

Arquímedes

El sabio Arquímedes también perdió la vida de la manera más tonta. Pese a su inteligencia y capacidad, su insistencia ante un soldado romano para que no pisara unos dibujos científicos que acaba de hacer en la playa acabaron con la paciencia de su enemigo, que decidió atravesarlo con su espada.

Alejandro I de Grecia

Alejandro I de Grecia fue otro de los monarcas que demostró que todos tenemos la misma sangre más allá de la cuna de nacimiento. Y es que, su mascota, un mono, al morderle, le transmitió la rabia y acabó con su vida.

Francis Bacon

Muy conocido es también Francis Bacon, uno de los grandes escritores y filósofos de la literatura inglesa. Sin embargo, rellenar con nieve de montaña el interior de una gallina muerta para experimentar con la conservación de los alimentos es buena idea, morir de frío por ello, no tanto.

Tennessee Williams

Tennessee Williams, nacido en 1911 y muerto en 1983, es posiblemente uno de los más grandes dramaturgos de la historia del teatro estadounidense, y sus obras también son conocidas por sus numerosas adaptaciones cinematográficas. Su carrera abarcó casi seis décadas, y algunas de sus obras, como La rosa tatuada y La gata sobre el tejado de zinc caliente, ahora se consideran clásicos. Lo que mucha gente no sabe sobre Williams es un curioso hábito suyo,  lo que le costó la vida.

Todas las noches usaba gotas para los ojos, siempre siguiendo el mismo procedimiento: abría el frasco, luego se ponía regularmente la tapa en la boca, se sentaba y dejaba caer las gotas en ambos ojos. La última vez, las cosas no salieron bien. En su informe, el médico forense indicó que Williams se atragantó con la tapa del medicamento que estaba usando. Posteriormente se hicieron especulaciones sobre el abuso de drogas y alcohol, pero esto nunca se probó oficialmente.

Li Bai

Li Bai, nacido en 701 y muerto en 762, es una de las figuras más importantes de la poesía china, pero no es muy conocido en Occidente. Famoso por su romance y amor por la naturaleza y todo lo que abarca, Li Bai murió exactamente como había vivido: como un romántico incurable amante de la naturaleza.

Se hizo famoso como el hombre que intentó besar la luna, pero esta «pasión» le costó la vida: se dice que el poeta intentó besar el reflejo de la luna en el agua, asomándose desde su barca, pero que cayó al río, ahogándose. Las personas que lo conocieron mejor lo describen como un alcohólico, y es muy probable que no estuviera sobrio durante el fatal accidente. Irónicamente, solo unas semanas antes de su muerte, escribió un poema titulado «Bebiendo solo bajo la luna».

Hans Steininger

Si el Libro Guinness de los Récords Mundiales hubiera existido cuando el austriaco Hans Steininger estaba vivo, el hombre habría batido el récord de la barba más larga del mundo. Según diversas estimaciones, medía más de 1,50 metros y fue motivo de su orgullo, pero también fue la causa de su muerte. Si bien puede parecer curioso y paradójico, parece que un día Hans, que vivió entre 1508 y 1567, tropezó accidentalmente con su larga barba, cayó por las escaleras y se rompió el cuello.

Agatocles

Mucho ojo con esos trocitos de comida que se quedan entre los dientes. Pueden ser molestos, pero también mortales. Y si no, que se lo digan al tirano de Siracusa llamado Agatocles, que murió atragantado con un palillo en circunstancias parecidas.

Esquilo

Esquilo fue uno de los grandes dramaturgos de la antigua Grecia. De la misma forma que pasó en muchas de sus obras, el destino trágico acabó con su vida cuando un águila dejó caer una tortuga que cayó sobre él matándolo.

Draco

Se sabe que Draco que vivió en el siglo VII a. C., fue uno de los primeros legisladores de la historia. Probablemente fue, de hecho, el primero en registrar sistemáticamente una serie de códigos y leyes por escrito, que luego formarían la primera constitución de Atenas, reemplazando la tradición oral.

Su muerte fue de las más absurdas de la historia. En esa época era costumbre arrojar capas a los pies de personajes dignos de respeto. Mientras el legislador visitaba la isla de Egina, durante una manifestación en su honor, la multitud lo cubrió con capas, lo que finalmente provocó que se asfixiara.

Isadora Duncan

Tampoco le fue bien a Isadora Duncan, la famosa bailarina norteamericana. Y es que, subida en su coche, su echarpe quedó enganchado a la rueda del vehículo, provocándole una fractura de cervicales mortal.

Maximiliano de Austria

Acabamos nuestro recorrido de muertes absurdas con Maximiliano de Austria. Este hombre noble perdió la vida por culpa de una indigestión tras atiborrarse a melones. La fruta, en su justa medida, es buena, en exceso, mortal.


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