Aunque beber agua caliente pueda resultar poco apetecible, lo cierto es que tiene excelentes beneficios para la salud. Lo primero y más importante a tener en cuenta es que el agua es esencial para que el organismo funcione correctamente ya que el cuerpo se compone de más de un 60% de agua.
Ayuda a hacer la digestión
El agua caliente es un excelente remedio natural para que las digestiones sean menos pesadas, sobre todo después de comidas copiosas. Por esta razón se recomienda tomar una infusión después de comer.
Favorece la desintoxicación del organismo
El organismo acumula una gran cantidad de toxinas que cada cierto tiempo hay que eliminar. Pues bien, bebiendo agua caliente se aumenta la temperatura corporal, consiguiendo así eliminar las toxinas a través tanto del sudor como de la orina.
Ayuda a adelgazar
Sí, el agua caliente ayuda a adelgazar. La explicación es muy sencilla: al beber agua el cuerpo se siente más lleno y saciado, pero si además está caliente, aumenta la tasa metabólica y se queman más calorías. Se puede tomar un vaso de agua caliente antes de las comidas.
Alivia el dolor de garganta
En otoño el dolor de garganta es muy frecuente, y beber agua caliente es uno de los grandes remedios naturales para aliviarlo. Además, disuelve la mucosidad.
Reduce el estrés
Son muchos los expertos que coinciden en que el estrés es una de las principales enfermedades del siglo XXI. Pues bien, varios estudios científicos han demostrado que el agua caliente alivia el estrés y la ansiedad.
Mejora la circulación
Uno de los grandes beneficios de beber agua caliente es que actúa como vasodilatador, mejorando así la circulación.
Por último, señalar que existen numerosos mitos acerca de cuánta agua hay que beber al día. Se dice que los adultos debemos tomar al menos dos litros, pero esta afirmación no tiene ninguna base científica. Es más, un estudio de la American Journal of Physiology demostró que esa cantidad incluso podía ser excesiva para algunas personas.
Lo más importante de todo es cubrir las necesidades básicas del organismo, y beber agua durante todo el día, no solo en las comidas. Por supuesto, hay que evitar las bebidas azucaradas en la medida de lo posible.