Novelas, películas y series son sólo algunas de las tantas expresiones artísticas que se han creado partiendo de la base de una fórmula muy conocida: la búsqueda del tesoro perdido de gran riqueza. Durante años, los mitos de tesoros ocultos sin encontrar han llamado la atención de la humanidad, abonada a esas teorías disparatadas, por las cuales uno podría volverse millonario en segundos.
Aún así, cuando la mayoría de estas leyendas se quedan únicamente en relatos fantasiosos, sabemos que hay algunos tesoros que jamás han sido encontrados y que, de acuerdo a los profesionales en la materia, efectivamente podrían estar allí aguardando que alguien dé con ellos para cambiar su vida.
¿Y por qué nadie ha hallado esos tesoros? Las explicaciones son varias, como que los sitios donde fueron ocultados son inexactos, que se dejaron en islas que han sido absorbidas por los océanos, etc. Sea cual fuere el caso, vamos a repasar los tesoros que nadie ha encontrado y se suponen reales.
Tesoros ocultos que nadie ha encontrado
El tesoro del rey Juan de Inglaterra
En una oportunidad, regresando de la localidad de Bishops Lynn, hacia Newark Castle, el rey Juan se separó de sus riquezas por sentirse enfermo, dejando que sus guardias con todas las pertenencias, joyas incluidas, volvieran por otro camino. Pero jamás aparecieron ni se supo que pasó con ellos. Juan moriría al cabo de unas semanas, y el misterio sobre sus posesiones lo sobrevivió.
El tesoro enterrado de la isla de Oak
La Isla de Oak o la Isla del Roble, se ubica frente a la costa este de Canadá, en el Océano Atlántico. Se dice que allí espera un tesoro, luego de que un par de jóvenes advirtieran que la tierra del lugar había sido removida. Pero se ha excavado hasta los nueve metros de profundidad, aún sin éxito.
La ciudad secreta de Gran Paititi
Paititi o Gran Paititi es una antigua ciudad inca en la que supuestamente fue almacenado todo el oro del imperio para protegerlo de los extranjeros. Nadie ha podido probar su existencia, aunque quienes afirman que todo es verdad, lo sitúan en alguna parte selvática de América.
El tesoro de Flor de la Mar
El Flor de la Mar fue uno de los barcos más importantes de la naval portuguesa en el siglo XVI. Curiosamente, sólo surcó los mares durante una década, hasta que en 1511 naufragó con un botín millonario a bordo. Se salvó el capitán, pero del tesoro no hubo más noticias.
El tesoro de la flota de 1715
Si hablamos de la flota de 1715, nos referimos a esa caravana de doce buques de la Corona española que se dirigía desde La Habana hacia el viejo continente. Únicamente se sabe que un huracán interrumpió su camino, y que incontables riquezas quedaron en el Atlántico.
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