Qatar respira amabilidad. Después de vivir la vorágine de un Mundial que encumbró a Argentina como campeona del mundo y que posibilitó que muchos aficionados a este deporte descubrieran un país hasta entonces casi desconocido, ahora Qatar sigue enseñando parte de sus encantos que tienen mucho que ver con las tradiciones y la modernidad.
Las camisetas firmadas en el Hotel Chedi Katara
Llegamos a Qatar para alojarnos en el hotel Dusit Doha, un emblemático hotel situado en la zona diplomática de Doha a cinco minutos del centro de la ciudad, un alojamiento con un spa independientemente y cinco restaurantes exquisitos. Visita obligada nada más llegar el Museo de Arte islámico, un recorrido por la historia de Qatar iniciando en sus orígenes con la pesca de perlas y la ganadería.
Museo de Arte Islámico
Museo de Arte Islámico
El descubrimiento de los yacimientos de petróleo y gas permitió al pueblo qatari evolucionar hacia el gran país que se presenta ante nuestros ojos pero sin renunciar a esas raíces que de forma sutil y elegante nos enseñan en el museo. Manuscritos, textiles, armaduras, espadas legado de culturas como la española con piezas del arte andalusí, todo en un edificio singular obra del arquitecto sirio-estadounidense Ieoh Ming Pei situado en una isla artificial en un extremo de la bahía de Doha rodeado por un malecón curvo. El arquitecto se inspiró en la Alhambra de Granada y en las mezquitas de El Cairo para diseñar su obra. Las copias iluminadas del Corán son uno de los objetos más importantes del museo, escrito en caligrafía cúfica dorada sobre un pergamino teñido de índigo.
Museo Nacional de Qatar
De ahí al Museo Nacional de Qatar diseñado por el prestigioso Jean Nouvel, ganador del premio Pritzker, y que es conocido como rosa del desierto por sus espectaculares formas. Fue palacio del Sheikh Abdullah bin Jassim Al-Thani y sede del gobierno durante 25 años antes de convertirse en museo donde se puede disfrutar de exposiciones que combinaban objetos históricos que impactaron en la cultura del país.
Hotel Chedi Katara
El hotel The Chedi Katara es uno de los lugares en Doha que animan al relax. Fue el hotel escogido durante la Copa del Mundo para alojar a cracks de un Mundial que sirvió de escaparate de Qatar en el Mundo. A 600 metros de la playa de Katara, es uno de los enclaves favoritos del turismo atraído por su piscina exterior y su proximidad con el centro comercial Lagoona. Disfrutar de una de las suites con piscina privada y vistas al mar sólo es comparable con las clases de yoga y relajación impartidas por los mejores especialistas. La alta gastronomía de sus restaurantes combinan los productos del mar con la sutileza de las verduras para ofrecer platos únicos.
Los halcones, un símbolo del país
La llegada al mercado al aire libre de Souq Waqif sirve para entender la delicada cultura qatari y para vivir una experiencia apasionante: entender la importancia de los halcones en su cultura. Curiosísima la visita a un hospital de Halcones. En Qatar el halcón no es una mascota sino un símbolo. Gracia a los halcones generaciones de qatarís nómadas pudieron proveerse de carne fresca. Actualmente otorga rango y estatus. Las réplicas de la Copa del Mundo son uno de los atractivos en las tiendas de oro, eso y fotos de los cracks que durante un mes participaron en el Mundial.
El hotel con el minarete inclinado imitando a la torre de Pisa
Preciosa la visita a Saad Ismail Al Jassim, de 87 años, el último pescador de perlas que bucea a pulmón. El pescador de perlas puede pasarse hasta cuatro meses en altamar buceando desde el amanecer. Los dátiles ayudan en su dieta y explican su longevidad y en la tienda abundan todo tipo de joyas realizadas con perlas.
Qatar, destino de moda
Imposible no caer embelesado con los perfumes y con el zoco donde encontrar piezas interesantes.
Mezquita de Katara
La Mezquita de Katara es una de las más bellas de Qatar adornada en su exterior con mosaicos turquesas y púrpura y un maravilloso diseño interior. Además, alberga artesanías artísticas y mosaicos fastuosos. Las Torres de las Palomas en la ciudad cultural de Katara es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad. Vale la pena pasear con tranquilidad por esta parte de Doha para descubrir como trabajaban antaño los qataris la artesanía y disfrutar de cualquiera de los restaurantes de comida tradicional con vistas al mar.
Actividades en el desierto
Nada es más impactante que el desierto. Las onduladas dunas de arena del desierto de Qatar son de una belleza singular. En épocas pasadas las tribus beduinas se desplazaban por el desierto y montaban campamentos. Lo admirable es que el desierto llega hasta el mar. Nada como un paseo en vehículos 4×4 o en camellos. Más desconocido y realmente único es Heenat Salma, una granja y campamento ecológicos, ubicado en Shahaniya, un proyecto multidisciplinar dedicado a métodos holísticos en agricultura, arquitectura y desarrollo comunitario.
Granja Heenat Salma
Si el espacio es digno de conocer practicar meditación en un oasis es una experiencia difícil de olvidar. Una cena al aire libre cuando cae la noche en una residencia del embajador de Inglaterra en Qatar no se olvida en la vida.