Despedida con orgullo

El Atlético de Madrid cerró la Liga con un empate ante el Levante en el Ciutat de Valencia. Una despedida de orgullo para Godín, Juanfran y compañía, después de que el conjunto rojiblanco levantase el 2-0 con el que se fueron los granotas al descanso, sobreponiéndose a errores groseros de Thomas y Correa para igualar con tantos de Rodrigo y de Sergio Camello, que se estrenaba oficialmente con el primer equipo de la mejor forma posible.

El conjunto rojiblanco avisó primero, con un disparo de Lemar tras una subida de Godín, pero el que golpeó fue el Levante. Córner que peina Correa, el balón llega a Vezo, que la pone para que Cabaco, con la espuela, ponga el 1-0. Poco pudo hacer Adán.

El choque, sin nada en juego, parecía de pretemporada. Un amistoso con huecos en las defensas y con muchas ocasiones de gol. Tuvo más el Atlético en el primer acto, pero siempre se encontró con Koke Vegas. Lemar, Griezmann, Correa o Filipe pudieron marcar, pero el meta local se lució. También en el otro área Adán en un par de ocasiones, pero tampoco pudo evitar el segundo.

Primero, porque Thomas cometió un error clamoroso, cediendo el balón atrás. Lo recogió Roger, que se fue de Rodrigo para batir al arquero madrileño en el mano a mano. Los colchoneros naufragaban en defensa (en parte por la poca intensidad en el centro del campo), y el castigo pudo ser peor, pues el Levante pudo sentenciar el choque antes del descanso por medio de Bardhi y Roger. En ataque, Griezmann ya se había ido. Correa, en su línea. Y Lemar también. Es decir, intrascendentes.

Movió ficha el Cholo en el descanso, retirando y ‘castigando’ a Thomas tras su fallo y metiendo a Sergio Camello, que con 18 años, debutaba con el Atlético en partido oficial. Correa pasó a la banda. Y de ahí, al vestuario. Porque el argentino se autoexpulsó, con una patada a Chema sin venir a cuento. Iglesias Villanueva le había mostrado amarilla, pero requirieron su presencia desde el VAR. Modificó su decisión. Roja, con toda la segunda parte por delante.

Herido en el orgullo, el Atlético no bajó los brazos. Al contrario. Siguió buscando la meta contraria. Y encontró el gol. Mejor dicho, el golazo. Rodrigo recibió en la frontal, condujo, y soltó un zurdazo que se coló por la escuadra de la meta valenciana. Ahí ya no podía llegar Koke Vargas. Quedaban más de 20 minutos por delante para despedir mejor el curso.

Con Vitolo, Camello y Mollejo ya en el campo (el relevo de la cantera) los colchoneros siguieron percutiendo, ante un Levante que buscaba una contra para sorprender. Insistía el Atleti, que parecía jugar con uno más. Y empató. Lo hizo Sergio Camello, recogiendo un rechace, controlando y definiendo a la perfección con la derecha, mostrando la clase y el gol que atesora este chaval.

Reaccionó el Levante, que rozó el tercero, pero el larguero se alió con Adán para repeler un disparo de Roger. El balón iba de área a área, sin ningún control en el centro del campo. Pero el marcador ya no se movería. Empate para acabar. Empate para despedir a Juanfran y Godín. Y a Griezmann, claro, aunque no sea lo mismo. Un adiós con orgullo. Como no podía ser de otra manera.