Despedir a un entrenador, de una manera u otra, siempre significa el reconocimiento implícito de un fracaso. En el caso reciente del Chelsea, ha confirmado una falta de confianza flagrante en un entrenador como Thomas Tuchel con crédito y un espacio ya en la historia ‘blue’ como campeón de la Champions de 2021. Sin embargo, en los tiempos recientes, cesar al técnico empezada la temporada suele significar éxito en el Viejo Continente para el club de Stamford Bridge. Y es que, de las cuatro últimas veces que el Chelsea ha ‘ejecutado’ a su técnico comenzado el curso, tres se han resuelto con un título europeo: las dos Champions que han levantado los ‘blues’ -2012 y 2021-, y la Europa League de 2013.
En la última década, sólo en la temporada 2015/2016, cuando Guus Hiddink fue contratado en diciembre en su segunda etapa en el Chelsea después de que el club pusiera fin a la tercera de Jose Mourinho, la entidad de Stamford Bridge acabó sin figurar en Europa, y menos después de caer en octavos de final contra el PSG.
Chelsea
Títulos europeos con cambio de entrenador
1998 – Recopa – Gianluca Vialli por Ruud Gullit
2012 – Champions – Di Matteo por Villas-Boas
2013 – Europa League – Rafa Benítez por Di Matteo
2021 – Champions – Thomas Tuchel por Lampard
El precedente más reciente lo firmó un Tuchel que ahora se ha visto sometido al efecto ‘boomerang’ tan recurrente en la vida de los entrenadores, ahora culpable el alemán pero entonces salvador. Frank Lampard agotó la paciencia del club enero de 2021 con el equipo deambulando en la novena posición de Premier tras caer ante el Leicester (2-0) y se encomendó al ex de Borussia Dortmund y PSG.
Thomas Tuchel trazó en un equipo desdibujado una vistosa perfección defensiva que pudo con el equipo de la perfección ofensiva, el City de Guardiola, en la final de la Champions (0-1, gol de Havertz). Una admirable consistencia acreditada con un único gol encajado en los seis partidos desde octavos contra Atlético, Oporto y Real Madrid.
El título tuvo mucho de justicia poética para Tuchel, defenestrado por el PSG meses atrás por perder la final de la ‘Orejona’ ante el Bayern y supuso un récord, ya que era la primera vez y hasta ahora única que un técnico se plantaba en dos finales seguidas de la máxima competición continental con dos equipos diferentes. El técnico de Krumbach sumó la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes en un curso siguiente condicionado en el tramo decisivo de la temporada por la inestabilidad institucional generada por la invasión de Ucrania.
Pero la manera como el Chelsea levantó la ansiada Champions a través del cambio de entrenador se recuerda tanto o más que la segunda. En el verano de 2011 se prescindió de Carlo Ancelotti tras una temporada sin títulos y el club ‘blue’ depositó toda la confianza en el jovencísimo André Villas-Boas, de 33 años, cautivada la entidad londinense por el triplete del luso Liga-Copa-Europa League con el Oporto en una apuesta con tintes nostálgicos, ya que Mourinho ya firmó ese hito con los dragones en 2003 para levantar la Champions en 2004. La diferencia que se buscaba, que esta vez Villas-Boas llevara a los ‘blues’ al cetro continental.
El destino final, en efecto, sería ese, pero por un camino distinto. A 20 puntos del liderato en la Premier y muy tocado en Champions tras el 3-1 de la ida en Nápoles, Villas-Boas -actualmente sin equipo tras su paso por el Marsella-, fue despedido bien avanzada la temporada, en marzo. Y tuvo que ser el más inesperado el que llevara al Chelsea a ese esperado destino en un guiño del pasado. El elegido fue el segundo de Villas-Boas, el italiano Roberto Di Matteo, símbolo ‘blue’ que había ganado como jugador el último título europeo del equipo londinense -la Recopa de 1998-, pero casi un desconocido en los banquillos.
Al principio interino, se quedó hasta el final y proveyó al Chelsea de un plan de emergencia de acuerdo al escaso tiempo para introducir grandes novedades en el juego y la necesidad de títulos, un ‘catenaccio’ ancestral que alcanzó su máxima expresión en el Camp Nou en las recordadas semifinales contra el Barça, rematado por ese gol de Fernando Torres. Lo menos pensado también, y con el mismo método conservador, sucedió en la final ante el Bayern y el áspero Chelsea de Di Matteo arruinó a los bávaros la fiesta en su propia casa con el tanto de Didier Drogba que empató a última hora una final resuelta en los penaltis con el lanzamiento definitivo también del delantero marfileño.
Un campeón conservador solidario pero no sólido cogido con pinzas en comparación sobre todo con el de Tuchel, un campeón incluso un tanto rocambolesco visto el bombardeo del Barça en la vuelta de las semifinales. Pero campeón al final y al cabo. El tipo que estaba de paso se quedó en la historia del Chelsea y que encumbró como merecía a la generación de los John Terry, Frank Lampard, Petr Cech, Ashley Cole, Didier Drogba, etc.
El curso 07/08 acabó sin ningún título pero, también un entrenador de perfil bajo como el israelí Avram Grant -sustituto de Mourinho, que dimitió en septiembre-, hizo a los ‘blues’ alcanzar su primera final de la Champions, de recuerdo infausto para los ‘blues’ por el resbalón en la tanda de penaltis de John Terry. Así, las tres finales de la Copa de Europa disputadas por el Chelsea han tenido lugar en temporadas con cambio de entrenador.
Di Matteo, que también añadiría la FA Cup al final de esa campaña 11/12, renovó pero pocos meses después sería cesado en noviembre al borde de la eliminación en la fase de grupos de la Champions y con el saco de títulos vacío tras perder la Community Shield ante el City y ser sometido por el Atlético en la Supercopa de Europa (1-4). El transalpino se hizo un nombre pero fracasaría con Schalke 04 -temporada 14/15 y Aston Villa -curso 15/16-. El Chelsea encadenaría otro cambio de técnico exitoso a finales de 2012 y Rafa Benítez haría probar a los ‘blues’ un nuevo título europeo en la Europa League.
El prestigioso entrenador madrileño no pudo recuperar el paso en la última jornada de la fase de grupos de la Champions -eliminado pese al 6-1 ante el Nordsjalleand-, pero sí pudo recuperar a Fernando Torres, doblete ante los daneses y 6 goles en 9 partidos de la segunda competición continental, incluido el de la final contra el Benfica (1-2), decidida en la prórroga con el tanto de Ivanovic para prolongar la resistente maldición de Béla Guttman.
La Recopa de 1998, también con cambio en el banquillo
Pese a esta triunfal racha reciente, al Chelsea le vienen de lejos esos ‘beneficios’ de cargarse a los entrenadores comenzada la temporada, incluso antes de la era Abramovich, que empezó en 2003. Di Matteo se traía la lección bien aprendida porque la Recopa que ganó como jugador ‘blue’ en 1998 ya fue con un relevo de entrenador de por medio, ya que Ruud Gullit fue destituido en febrero de 1998 por Gianluca Vialli, qué cosas, también italiano.
Aparte de esa Recopa ganada con gol de Zola en la final ante el Stuttgart (1-0), el Chelsea también levantaría la Copa de la Liga con Vialli. 14 años después, Di Matteo clavaría a su compatriota: un título continental y otro doméstico. Así que sin contar las dos Supercopas de Europa -que se juegan a principios de temporada-, el equipo ‘blue’ ha ganado hasta cuatro de sus seis títulos continentales con cambios de entrenador a mitad de temporada. Sólo en la Recopa de 1971 con Dave Sexton como técnico y la Europa League de 2019 con Maurizio Sarri, ‘utilizó’ un solo preparador el Chelsea, el campeón por improvisación en los banquillos.