‘Destrucción’ de empleo sin precedente; desempleo formal puede alcanzar a 1.5 millones: BBVA

“La destrucción de empleo en abril no tiene precedente”, señala el banco. Y en reporte agrega que la situación se agrava porque se combina una política fiscal tímidamente expansiva y una monetaria restrictiva en el peor momento posible.

La paralización y desaceleración económica derivadas del Covid-19 podrían producir que el desempleo formal alcance a 1.5 millones de personas al cierre del año, estima BBVA, luego de que el IMSS difundiera el martes que solo en abril se perdieron 555 mil 247 puestos de trabajo.

“La destrucción de empleo en abril no tiene precedente”, señala el banco e indica que, si bien se espera una recuperación del empleo a partir de 2021, dada la lenta recuperación del consumo y la inversión es posible que los niveles de empleo previos a la crisis se recuperen hasta 2024.

El área de análisis económico de BBVA añade que existe un alto riesgo de que la destrucción de empleos sea estructural dado que se han perdido 200 mil puestos de trabajo permanentes en comparación con el año pasado, un dato que prende las alarmas pues se asocia con cifras del IMSS que indican que en abril también se dieron de baja 6 mil 600 patrones, lo que podría indicar que han cerrado definitivamente sus negocios. “En la medida en que el cierre de empresas sea mayor, la pérdida del empleo difícilmente se recuperará en el corto plazo”, se dice en el análisis.

El informe del IMSS indica que 67.2% de los puestos de trabajo formales perdidos en los primeros cuatro meses del año corresponde a empleos permanentes.

La suma de los empleos perdidos en abril y los 131 mil de marzo equivalen a poco más del doble de los empleos creados en todo 2019, lo que en el corto plazo podría generar severos daños para las economías familiares y para el consumo, dice a su vez Monex.

El reporte de BBVA indica que, si bien redirigir el gasto público al sector salud y a dar ayudas a microempresas y personas es positivo, esos beneficios están compensados por recortes en otros lados, lo que a su juicio implica que la política fiscal está lejos de dar el impulso contracíclico que la situación amerita.

BBVA también califica a la política monetaria como inexplicablemente restrictiva y procíclica en el peor momento posible. “En el momento de mayor necesidad de políticas económicas contracíclicas, la combinación de una política fiscal tímidamente expansiva y una monetaria restrictiva resulta muy insuficiente para enfrentar la crisis actual”.

Los sectores más afectados

El sector de la construcción ha sido uno de los más afectados con una pérdida en abril de 247 mil empleos, 15.0% menos en términos anuales, mientras que en 9 estados con intensa actividad turística la tasa de desempleo formal es inferior a la media anual, destacando Quintana Roo con una caída de 18.1% u 83 mil puestos perdidos, Guerrero con -10.7 y Baja California Sur con -6.3%.

En la Ciudad de México la caída fue de 3%, una tasa similar a la media nacional, por ser una de las entidades con mayor participación en el empleo esta pérdida equivale a más de 101 mil puestos de trabajo perdidos.

El salario, en positivo

Los datos positivos en medio de ese panorama gris es el aumento de 5.7% en términos reales año contra año de los salarios base de cotización al IMSS, con un efecto favorable en 3.4% en la masa salarial, y en parte favorecido por la inflación que sigue siendo baja, de 2.1% en abril, inferior a la tasa objetivo de 3.0% del Banco de México.

Pero ese indicador salarial positivo podría implicar también que las bajas laborales se han concentrado en empleos con bajos salarios, señala Monex, lo que a su vez podría indicar que la crisis del coronavirus pueda generar repercusiones sociales y económicas de mayor envergadura, agrega la casa de bolsa, y cita el reporte difundido por el Coneval esta semana que indica que el número de personas bajo condiciones de pobreza podría incrementarse en 10.7 millones este año.

BBVA indicó que la caída del empleo de abril es la más grande desde 1982, cuando se empezaron a contabilizar las cifras mensuales de empleo, pues la pérdida de puestos de trabajo en la crisis de 1994-95 fue consecutiva durante 10 meses, pero en ninguno de los meses fue superior a los 200 mil empleos, si bien al final del segundo de esos dos años se habían perdido 814 mil posiciones.

En tanto que la crisis financiera de 2008-09, en diciembre de 2008 se perdieron 327 mil puestos contra el mes anterior y cerró el año con 30 mil empleos menos, mientras que 2009 cerró 172 mil empleos perdidos.




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