Detenida Ghislaine Maxwell, amiga de Jeffrey Epstein, por colaborar en el tráfico sexual de menores

Tras la muerte de Jeffrey Epstein y la caída en desgracia de Andrés de Inglaterra, Ghislaine Maxwell es la persona a la que se dirigen ahora todas las miradas. Pero nadie sabe dónde está. Desde que el pasado julio Jeffrey Epstein fuera detenido en Nueva York no se han vuelto a tener noticias de ella, que está acusada de ayudar al pedófilo a conseguir y preparar a jóvenes menores de edad como supuestas esclavas sexuales. Así figura en la investigación abierta en un juzgado de Manhattan. El diario británico The Sun se ha atrevido a ofrecer una recompensa de 10.000 libras.

En los documentos presentados a la corte, los exempleados describen a Ghislaine Maxwell como “gerente” de las casas que poseía el millonario en Florida, Nueva York y Arizona. De acuerdo con esa descripción, ella era la encargada de organizar las fiestas y las reuniones y manejar toda la logística. En un artículo de la revista Vanity Fair de 2003, Epstein se refirió a Maxwell como “su mejor amiga” y negó que ejerciera algún tipo de trabajo remunerado en su nombre.

“Es como un personaje de James Bond. Se ha ido muy lejos y no creo que nadie vaya a encontrarla”, aseguró la semana pasada lady Hervey, exnovia del príncipe Andrés y amiga de Ghislaine Maxwell. “Es nuestra Wally. Y vamos a encontrarla”, aseguraba esta semana en la edición estadounidense Vanity Fair un ejecutivo del diario The Daily Mail. Mientras, los usuarios de Twitter han creado un hashtag: #wheresghislaine.

Maxwell no ha sido vista desde hace tres años. Daily Mail publicó  en agosto que vive en Massachusetts con su novio, Scott Borgerson, de 43 años, un CEO de tecnología que posee una compañía llamada Cargometrics, descrita como “una firma de administración de inversiones que se especializa en analizar datos sobre envíos globales”. Poco después, la prensa francesa publicó que podría estar escondida en la casa que su hermana mayor, Christine Maxwell, tiene cerca de Aix-en-Provence, al sur de Francia, pero luego el diario The Telegraph descubrió que Christine y su marido habían vendido la propiedad en 2015.

Donald y Melania Trump, junto a Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en Florida (EE UU), en 2000.
Donald y Melania Trump, junto a Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en Florida (EE UU), en 2000. Getty Images

Nacida en París el 25 de diciembre de 1961, Ghislaine Maxwell creció en un ambiente acomodado y estudió en la Universidad en Oxford. Su vida cambió en 1991 con la muerte de su padre, el editor y miembro del parlamento británico Robert Maxwell, propietario del grupo que publicaba el emblemático diario The Mirror. Perdió la vida durante un paseo con su yate en aguas de las Islas Canarias. El suceso fue clasificado por las autoridades como un ahogamiento, pero medios de comunicación de la época especularon con que pudiera haber sido un suicidio. Y es que tras su muerte se descubrió que el empresario tenía cuantiosas deudas que significaron el fin de su imperio mediático y la ruina familiar.

Fue entonces cuando Ghislaine Maxwell llegó a Nueva York y conoció a Jeffrey Epstein, un financiero adinerado que pronto se convirtió en su pareja. Volaba en su avión privado y vivía en sus mansiones. Pero terminó por tener su propia casa, una vivienda adosada de cinco pisos en el corazón de Manhattan. A Epstein, que había crecido en Coney Island y no terminó la universidad, Maxwell le abrió las puertas de la jet set. Él ponía el dinero, ella los contactos.

En 2015, una demanda acusó a Maxwell de ser cómplice de Epstein. Un año después cerró su casa en el selecto y caro Upper East Side. Desde entonces no se sabe nada de ella. Sus abogados afirmaron inicialmente que estaba en Londres. El diario británico Daily Mail cita una fuente que sostiene que la mujer “se ha convertido en una persona hogareña. Es la antítesis de la mujer que viajó mucho y estuvo de fiesta constantemente con Epstein”.

En abril de 2018, Maria Farmer, una antigua empleada del multimillonario, aseguró públicamente que ella y su hermana pequeña, que entonces tenía 15 años, fueron abusadas sexualmente en dos ocasiones por Maxwell y Epstein en los noventa. Farmer también dijo haber visto a menudo cómo jóvenes muchachas entraban en la vivienda de Epstein en Nueva York. “Cuando le pregunté a Maxwell por qué esas chicas venían tan a menudo, me respondió que se postulaban como modelos”. Maxwell también fue acusada de amenazar a las víctimas con medidas como la retención de pasaportes y teléfonos.


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