Un hombre, que se saltó la orden de alejamiento a su expareja, ha ingresado en prisión gracias a que en el momento en que el acusado vulneró la orden la víctima llamó al 112 y, pese a no poder hablar con el operador, dejó activado el móvil para que el servicio de emergencia escuchara las amenazas de muerte que el agresor vertía sobre la mujer. El operador hizo las gestiones para identificar el móvil desde el que llamaba y el acusado fue detenido minutos más tarde.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 14 de noviembre en Barcelona. La víctima conducía su coche cuando el agresor, de 41 años y origen colombiano, subió al vehículo pese a tener una orden de alejamiento. La mujer, al ver que no podía echarlo por la fuerza, tuvo los reflejos de marcar el 112 en su teléfono y dejar el móvil abierto mientras el agresor la amenazaba de muerte. El hombre, además, golpeó en un brazo a la víctima.
El operador, mientras seguía la conversación, alertó a los Mossos d’Esquadra que pusieron en marcha un dispositivo para localizar el vehículo. En un momento de la discusión la mujer pudo abandonar el coche y fue entonces cuando el agresor también abandonó el lugar.
Poco después, los Mossos consiguieron detener al agresor. Sus amenazas habían quedado grabadas y tras pasar a disposición judicial el acusado ingresó en prisión.
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