Los Mossos d’Esquadra han detenido al presunto agresor de un delito de maltrato en el hogar después de que la víctima pidiera socorro haciendo la señal internacional de violencia machista (mostrar la palma de la mano, introducir el pulgar al centro de la palma y bajar los otros cuatro dedos hasta atrapar el pulgar) en un centro médico. Los hechos tuvieron lugar el pasado 11 de noviembre en una clínica privada del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi. Una pareja estaba en la sala de espera y la mujer realizó la señal a una de las trabajadoras del centro.
La sanitaria llamó al teléfono de emergencias alertando de lo sucedido y una pareja de Mossos d’Esquadra se acercó hasta la consulta e interrogó, por separado, a los miembros de la pareja. La mujer confirmó a los agentes que llevaba tiempo sometida a “insultos, menosprecios y actitudes violentas como empujones”. Tras tomarle declaración, los agentes arrestaron al individuo al que acusaron de un delito de maltrato en el ámbito del hogar. Los Mossos d’Esquadra han publicado este lunes un tuit contando que esta iniciativa, promovida por organizaciones como la canadiense Canadian Women’s Foundation o la estadounidense Women’s Funding Network, pueden ayudar a las víctimas.
En una sala d’espera mèdica de BCN una dona indica, amb el senyal d’ajuda internacional, que és víctima de violència masclista. Gràcies a aquest gest que reconeix una treballadora, detenim l’acompanyant de la dona per presumptes maltractaments #ProuViolènciesMasclistes#25N pic.twitter.com/mg6VCkKNx7
— Mossos (@mossos) November 15, 2021
La señal para pedir ayuda sin que el agresor se percate de la señal de socorro se ha hecho viral gracias a las redes sociales y, sobre todo, a TikTok. Hace una semana una adolescente secuestrada en Carolina del Norte (Estados Unidos) fue localizada después de que un motorista se diera cuenta de que la menor le había hecho esa señal mientras viajaba como pasajera en un coche que conducía su secuestrador. La popularidad que ha alcanzado la señal a nivel mundialse debe a la campaña Señal de Ayuda lanzada en abril de 2020, en pleno confinamiento, por la Canadian Women’s Foundation. La idea era que las víctimas pudieran alertar de su situación, sobre todo en videollamadas ya que con los confinamientos muchas mujeres convivían con su agresor, sin dejar ningún rastro digital.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha una cruzada para detectar, prevenir y atender a las mujeres víctimas de la violencia machista que no denuncian o están sometidas a prácticas y comportamientos que no tienen reproche penal. Para ello, el equipo de gobierno de Ada Colau ha puesto en funcionamiento el programa Te acompañamos, mediante el cual ha dotado a los agentes de la Guardia Urbana de un protocolo y una guía con una serie de indicadores para detectar, en todas sus intervenciones, si hay alguna posible víctima de la violencia machista. Los agentes redactarán diligencias informativas, se vigilarán más sus situaciones y se pondrá a disposición de las víctimas las ayudas sociales y psicológicas que ofrece el Ayuntamiento.
El Consistorio advierte de que el 84% de las víctimas de la violencia machista asesinadas en España por sus parejas y exparejas sentimentales no habían denunciado al agresor. La teniente de alcalde de derechos sociales y feminismos, Laura Pérez, considera que con este nuevo protocolo se mejora la prevención y detecciones de las situaciones, se incrementa la eficacia en la respuesta y atención de las víctimas y se mejora la coordinación municipal con los Mossos.
La subinspectora de la Guardia Urbana, Gemma Alfonso, destacó este lunes los indicadores que pueden hacer saltar todas las alarmas de este protocolo y que deben comprobar los agentes de la policía local. En cuanto se produzca una llamada al teléfono de emergencias, independientemente de si se trata de una denuncia de violencia machista o no, se revisará si ha habido incidentes anteriores en ese domicilio o antecedentes policiales relacionados con la violencia machista. Las patrullas ya conocerán estos antecedentes antes de llegar al lugar. Una vez en el domicilio y si tienen indicios o la declaración de la víctima de que se ha cometido un ilícito penal relacionado con la violencia machista, los agentes procederán a la detención del supuesto agresor. Si esos indicios no son tan claros, verificarán más de 30 indicadores. “Son muy variados. Comprobarán en qué situación se encuentra la víctima, qué rol tiene delante del hombre, qué rol tiene el hombre respecto a la mujer: si es dominante, agresivo, desafiante… Recogerán informaciones de los vecinos: si son habituales las peleas… Como se encuentra la vivienda: hay objetos rotos…”, enumeró Alfonso.
El intendente Sergi Amposta ha informado este lunes de la especialización de 10 agentes, uno por distrito, a los que se les ha formado para convertirse en referentes de la violencia machista. Estos urbanos analizarán todos los incidentes que hayan gestionado los agentes y harán un seguimiento de los que no sean penales. “Los agentes referentes se coordinarán con el Grupo de Atención a la Víctima de Mossos d’Esquadra para intercambiar información, pero una vez cada 15 días en cada distrito estudiarán los casos en una comisión de técnicos de servicios sociales y psicológicos municipales de atención a las víctimas”, destaca Amposta. Después, se contactará con la mujer por teléfono y se le comunicará todos los servicios que le pueden ayudar, siempre “respetando su decisión”. En marzo se pusieron en funcionamiento estas comisiones de Sant Martí, Horta Guinardó, Sant Andreu y Eixample. Se han detectado 208 casos de mujeres con indicadores de vulnerabilidad, 78 de ellas accedieron a redes municipales de atención a las violencias machistas, cuatro desecharon ayuda y el resto están pendientes de que sus casos sean tratados en las comisiones o se han cerrado porque finalmente se ha descartado su situación de vulnerabilidad.
“Este fin de semana ha habido siete requerimientos de violencia machista. De estas siete, cuatro eran evidentes y acabaron con la detención del agresor; en las otras tres, cuando llegaron los agentes el hombre se había marchado y la mujer no quería denunciar”, advierte Amposta, que asegura que este nuevo protocolo ayudará a aclarar lo sucedido en este tipo de situaciones.