Todo se acumuló a fin de año. A mitad del 2019 Diego Forlán había anunciado que colgaba las botas, y pocas semanas después fijó fecha para su partido despedida: 28 de diciembre, partido en el que se anuncia a Luis Suárez. Pero luego del Campeonato Uruguayo perdido, y la salida del ex-entrenador Diego López, Peñarol acelero para convencer a Diego Forlán que iniciara su carrera con el buzo de DT en el equipo que siempre manifestó su partidarismo.
Este viernes llegó el Sí, y Diego Forlán se convertirá en el 2020 en el técnico de los aurinegros uruguayos. Forlán fue jugador de Peñarol durante una temporada, la 2015-2016, la misma en la que debutó Fede Valverde en la primera del club con 17 años recien cumplidos.
La herencia viene de familia. Su padre, Pablo, supo jugar en el club y ganar torneos locales, Copas Libertadores y hasta la Intercontinental en Chamartín ante el Real Madrid en 1966. Diego no inició su carrera como futbolista de primera división en Uruguay, sino que lo hizo en el Independiente argentino. De allí saltó al Manchester United, para luego jugar en España en el Villarreal y el Atlético de Madrid consagrándose Pichichi en dos Ligas.
Delantero inteligente, de gran pegada, con zurda y derecha, la pregunta es qué tipo de entrenador será. Forlán ya tiró algunas pistas, y todas apuntan a que no será lírico, y pese a su origen y desarrollo como gran delantero, sus equipos seguramente tenderán a ser equilibrados, y con mucha precaución para no recibir goles en su portería.
La semana llegó con novedades en los banquillos de ambos “grandes” del fútbol uruguayo. A la llegada de Forlán en Peñarol, se suma el regreso de Gustavo Munúa a Nacional. El ahora técnico del tricolor, estaba dirigiendo al Cartagena de España y acordó su desvinculación para retornar a Sudamérica.
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