Dirigentes del PSOE andaluz piden a Díaz una oposición más contundente a Moreno

Susana Díaz, junto al alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
Susana Díaz, junto al alcalde de Sevilla, Juan Espadas.María José López / Europa Press

La adaptación a la oposición de un partido de poder como es el PSOE de Andalucía no está siendo nada fácil al año y medio de perder la Junta de Andalucía tras gobernarla durante casi 37 años. Dirigentes de este partido han pedido a la secretaria general, Susana Díaz, más contundencia en el control al Gobierno que preside el popular Juan Manuel Moreno en coalición con Ciudadanos y apoyado por Vox en el Parlamento autónomo. Existe preocupación en la izquierda andaluza, no solo en el PSOE, de que Moreno consolide una imagen de moderación que ha proyectado desde que ocupa la presidencia y especialmente durante la pandemia, muy alejada de las estridencias de la dirección nacional del PP.

Alcaldes, presidentes de Diputación y diputados le han hecho llegar a Díaz la necesidad de exigir más al Gobierno andaluz una vez que la gestión de la covid-19 ha pasado a otra fase. Había mucho malestar en el grupo parlamentario socialista por la falta de comunicación interna antes de los plenos, a los que asisten solo unos pocos por las limitaciones de aforo que deben guardar. Las reuniones del grupo parlamentario previas a las sesiones plenarias se suspendieron en marzo y la mayoría de los 33 diputados del PSOE, salvo los 12 autorizados a estar presentes, desconocían la estrategia y hasta el sentido del voto de las iniciativas.

Esta queja la expuso la diputada por Jaén Ángeles Férriz en un chat interno y fue acogida positivamente por el portavoz del grupo, José Fiscal, que convocó una reunión virtual celebrada el pasado día 17 en la que no participó la presidenta del grupo, Susana Díaz. En esta reunión se escucharon quejas más o menos “florentinas”, según describe un dirigente, sobre la labor de oposición del PSOE. La más clara, la del que fuera exportavoz socialista y de la gestora del PSOE tras la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general en octubre de 2016, Mario Jiménez, apartado por Díaz de todo puesto de responsabilidad.

Diputados presentes en esa reunión asegura que Jiménez se ofreció a colaborar y ponen en su boca las siguientes palabras: “Tenemos que dar la vuelta a la estrategia de los plenos porque no puede ser que el Gobierno andaluz imponga su mensaje y traslade la visión de sus cosas con el desastre de gestión que está haciendo”. Según lo expuesto por el diputado por Huelva, el Gobierno de Moreno sale “indemne” de las sesiones de control en el Parlamento.

Estas palabras no fueron contestadas por nadie de la dirección del grupo, todos afines a Susana Díaz, aunque no las comparten. Fuentes próximas a Fiscal recuerdan que el PSOE andaluz optó por una oposición alejada de la de Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo en el Congreso porque consideraban que “no era rentable durante los momentos más duros de la pandemia, porque la gente pedía la cosa”.

Algunos alcaldes y los seis presidentes de Diputación (cinco de ellos secretarios generales provinciales) también le han hecho llegar a Díaz que es la hora “de exigir responsabilidades” al Gobierno andaluz. “Hemos sido demasiados generosos y responsables”, asegura un dirigente provincial quien subraya que una vez que la Junta es “la máxima autoridad” hay que pedirle que “no mire hacia otro lado”.

Esto es lo que trasladaran varios interlocutores de lo que se verbaliza en las reuniones, donde prima el lenguaje medido. Fuera de ese ámbito y en círculos restringidos se habla con mayor claridad. “El partido está desaparecido y los alcaldes no podemos ejercer como diputados de la oposición. No hay alternativa, ni estrategia ni propuestas que contrasten ni contrarresten al Gobierno de Moreno”, afirma un alcalde de la provincia de Sevilla.

Las fuentes consultadas reconocen la dificultad del PSOE andaluz para ejercer la oposición. “No hemos gobernado cinco minutos, sino 37 años. Hay que percutir todo el día, buscar iniciativas y marcar las distancias”, señala un parlamentario. Un dirigente afín a Díaz también admite la necesidad de “combatir la imagen de Juan Manuel Moreno como un presidente moderado, hay que parar eso porque está penetrando poco a poco”.

Varios diputados aseguran que el PSOE andaluz “está en la irrelevancia política” y que “todo se subordina la supervivencia orgánica” de Susana Díaz. Desde que perdió la Junta de Andalucía en las elecciones del 2 de diciembre de 2018, Díaz ha virado en 180 grados su posición respecto a Pedro Sánchez al que se enfrentó duramente en las primarias en mayo de 2017. La expresidenta andaluza perdió ese pulso. También otros como el de la elaboración de las listas al Congreso y Senado para las elecciones del 28 de abril de 2019. Los dos triunfos electorales consecutivos de Pedro Sánchez y la salida del Gobierno andaluz provocaron ese giro que ella misma reconoció en el Parlamento cuando le dijo al presidente andaluz el pasado mes de enero: “Yo me equivoqué cuando defendí que España necesitaba un Gobierno, aunque fuera tan de derechas como el suyo y acertó Pedro Sánchez”.

En plena crisis sanitaria, económica y social el calendario de congresos en el PSOE ni se vislumbra, aunque toca en 2021. Por ahora, tampoco se ve una alternativa a Díaz. Ni se descarta.

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