El Departamento de Inmigración de Australia pasa por ser uno de los más férreos del mundo. Precisamente por eso, cada imagen que trasciende de Novak Djokovic dándole raquetazos a una bola de tenis, mientras el número uno se prepara para el Open que empieza el lunes que viene, cae como una bomba de neutrones sobre la Administración que lidera Scott Morrison. El Gobierno se centra en estrechar el cerco para justificar el inicio de un segundo proceso de deportación, desde el brutal revés que se llevó el pasado lunes, cuando el juez Anthony Kelly anuló la orden de anulación del visado del tenista y le liberó de su aislamiento (después de ser retenido al querer entrar en el país sin vacunarse y sin cuarentena, pese a una exención médica).
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Mientras, Djokovic ha dado un paso al frente este miércoles a mediodía (hora australiana) y, con un comunicado, ha intentado aclarar qué hizo después del positivo del día 16 de diciembre cuando se le ve acudir a un acto sin mascarilla. Asimismo, ha reconocido que en su declaración de entrada a Australia cometió un error por el que pide disculpas, una discrepancia que Inmigración investiga para certificar hasta qué punto puede suponer un argumento para expulsarle.
A pesar de haber anticipado que prefería no hacer ningún tipo de declaración hasta que todo el proceso se resolviera, el jugador ha considerado oportuno intentar clarificar las actividades que llevó a cabo los días inmediatamente posteriores al 16 de diciembre, fecha en que, según la documentación aportada por sus abogados, se hizo una prueba PCR que dio como resultado positivo por covid.
En un mensaje colgado en su perfil de Instagram, Djokovic asegura que el día 14 de diciembre estuvo en Belgrado en un partido de baloncesto y después se enteró de que alguien de los presentes había dado positivo. A pesar de no tener síntomas, escribe, se hizo una prueba de antígenos el día 16 y dio negativo. “Por precaución también me hice una PCR el mismo día”, cuenta. En lugar de esperar el resultado de la PCR, el día 17 acudió a un acto ―el que se ve en sus redes, rodeado de niños y sin mascarilla― previo test de antígeno (con resultado negativo), cuenta en su comunicado. “Era asintomático y no recibí la notificación del positivo de la PCR hasta el final de ese evento”.
Al mismo tiempo, reconoce haberse sentido “obligado” a atender a la entrevista que el diario L’Equipe le hizo al día siguiente (18 de diciembre y ya con el positivo confirmado), porque no quería “decepcionar” al periodista con quien había pactado el encuentro. “A pesar de haberme aislado en casa tras la entrevista, y tras haberlo reflexionado, admito que [seguir adelante con la entrevista] fue un error de juicio, y acepto que debería haber reprogramado ese compromiso para más adelante”, añade el jugador. Matiza que la entrevista se llevó a cabo respetando la “distancia social” y que solo se quitó la mascarilla para la foto.
“Fue un fallo administrativo de mi agente”
Sobre la divergencia en su formulario de entrada al país ―Djokovic respondió “no” a la pregunta de si había viajado en los 14 días previos a su desembarque en Melbourne, cuando estuvo en Marbella, además de en Belgrado―, el serbio lo atribuyó el despiste a su equipo. “Mi agente se disculpa por el fallo administrativo que cometió. Fue un error humano en ningún caso deliberado. Vivimos tiempos difíciles, en medio de una pandemia de alcance global, y estos errores pueden darse ocasionalmente”, justificó Nole.
Parte del cuestionario de la declaración de viaje de Djokovic.
Paralelamente a la declaración de Djokovic, sus abogados buscan ganar tiempo y retrasar la posible decisión de Hawke de activar otro protocolo de deportación, y han aportado documentación complementaria que, a su entender, puede ser relevante. “Naturalmente, esto afectará el marco de tiempo para una decisión”, reconocía este miércoles un portavoz de Inmigración.
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De hecho, Hawke ha explicado que necesita más tiempo para decidir si ejerce su poder para volver a cancelar el visado de Djokovic, después de que sus abogados aportaran nuevos documentos. El sorteo del Open de Australia se realizará este jueves (está previsto a las 15.00 hora australiana, 5.00 hora peninsular española). Si se mantiene su participación, podría debutar en la madrugada española del domingo al lunes o del lunes al martes.
Si el serbio es expulsado del país y no pudiera participar en el primer grande de la temporada, se trastocaría por completo el cuadro. En principio, su lugar sería ocupado por uno de los tenistas que ha caído eliminado (lucky loser, en el argot tenístico) durante la fase clasificatoria que se disputa esta semana, pero al no haberse establecido todavía el orden de juego de la primera ronda, los organizadores del torneo deberían recomponerlo.
El comunicado de Djokovic llega unas horas después de que Ana Brnabic, primera ministra serbia, dijera que le correspondía al tenista aclarar “las lagunas” [grey area, en inglés] sobre el resultado de su prueba covid. Cuando se le preguntó sobre las apariciones públicas que hizo el número uno del mundo el día después de dar positivo, Brnabic dijo que si asistió a esos eventos sabiendo que tenía covid, sería una “clara violación” de las reglas de aislamiento de 14 días del país. En una entrevista posterior con la BBC, sin embargo, afirmó: “No sé realmente cuándo obtuvo los resultados, ni cuándo los vio, por lo que hay unas lagunas… la única respuesta a esto puede ser proporcionada por Novak”. Las regulaciones serbias de covid estipulan un período completo de aislamiento de 14 días, a menos que la persona que dio positivo reciba un resultado negativo de la prueba PCR durante ese período.
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