Suena la central de Wimbledon como hacía mucho que no sonaba. Exactamente, hay que rebobinar hasta el 14 de julio de hace dos años para encontrar un fotograma similar, con las gradas de la Centre Court rebosantes y coloridas, al cien por cien. Entonces, Novak Djokovic dio un golpe de estado en la casa de Roger Federer, arrebatándole al suizo el que hubiera significado su 21º grande, y recortándole diferencias en la gran carrera histórica; aun y todo, era un 20-16 favorable al de Basilea. Hoy día, sin embargo, la historia es bien diferente. Nole (6-2, 6-4 y 6-2 a Cristian Garín) está a tan solo un trofeo del récord que comparten Federer y Rafael Nadal, y afila los colmillos en un escenario que adoraba de niño y le inspiró: él quería ser Pete Sampras.
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Durante los veranos, el serbio no quitaba ojo a la televisión para registrar en la mente todos y cada uno de los movimientos del estadounidense, uno de los iconos de los noventa –14 grandes, ahora 49 años– y consumado especialista sobre el césped. Sampras se desenvolvía en la central de Londres como un esgrimista con su florete, y cerró su carrera con un porcentaje abrumador sobre el verde de la central: 63 triunfos y únicamente 7 derrotas; es decir, con un 90% de éxito. A lo largo de su trayectoria, el norteamericano firmó unos números extraordinarios en hierba –83,5% en total, 101-20–, de los que no se aleja en absoluto Djokovic. Siete títulos elevó su ídolo en La Catedral, y cinco lleva él, aspirante esta semana a un sexto.
Si se corona el próximo domingo, Nole enlazaría el tercero consecutivo. Un mérito que solo han alcanzado en Wimbledon el propio Sampras (de 1993 a 1995 y cuatro del 97 a 200), Federer (cinco de 2003 a 2007) y previamente el sueco Björn Borg (repóquer del 76 al 80). Con todos ellos se codea el serbio, quien no tiene que nada que envidiar a los mayores dominadores históricos de la superficie pese a que tradicionalmente se la ha señalado como un tenista de pista dura. Sin ir más lejos, su promedio sobre césped es de un 84,6% (88,3% en el major inglés), ligeramente superior al que luce sobre cemento (84,4%). Y, en el caso de batir a Marton Fucsovics en los cuartos, lograría ya una victoria centenaria (99-18).
Está a la altura, pues, de expertos como John McEnroe (83,5% en el torneo, 85,8% en el global), Federer (88,9% y 87,2%) Borg (88,9% y 83,7%), Jimmy Connors (82,3% y 82,8%) o Boris Becker (83,7% y 82,3%), y por encima de otros jugadores que han brillado en la superficie como Andy Murray (85,1% y 83,1%) o Nadal (81,5% y 78%), ambos bicampeones en el All England Lawn Tennis & Croquet Club.
Esta edición, el número uno de la ATP transita con paso militar por cuadro. En dirección a los cuartos de final, solo ha cedido un set y 41 juegos; es decir, la misma concesión que hizo en 2011, cuando levantó su primera copa en La Catedral. Solo hizo un recorrido mejor hasta esa estación en 2018, cuando cedió 35 juegos y también una manga. “Creo que hoy he ofrecido una actuación más sólida que el otro día [contra Denis Kudla], desde el primer punto al último. Estoy particularmente contento. He conseguido sacar bien, y cuando me funciona el servicio gano mucha confianza. He usado la pista bien”, decía satisfecho tras batir al nervioso Garín, antes de que Federer redujera al italiano Lorenzo Sonego en el último turno (7-5, 6-4 y 6-2).
“Comprendo que la mayoría apoye al que no es favorito, debes manejarlo y aceptarlo. Lo más importante es centrarte. Hay sitios en los que te respaldan más y otros en los que menos, depende de contra quién juegues. Pero lo de hoy ha sido fantástico, me han apoyado. He sentido una atmósfera increíble”, dijo en referencia al lleno en las gradas, dado que la organización había dado luz verde el día anterior a la venta de todos los billetes hasta el final del evento. “Gracias por recordármelo, siempre es bueno saber ese tipo de estadísticas”, agradeció cuando le recordaron que ya suma más presencias en los cuartos del torneo –en 11 de las últimas 12 ediciones– que el alemán Becker, y que es el segundo jugador masculino tras Federer que llega 50 veces a dicha ronda en los Grand Slams.
Camaleónico como pocos, Nole tiene el deseo de ganarlo absolutamente todo. Está a solo tres peldaños de su 20º grande, e igualar así a los otros dos gigantes, aunque intenta abstraerse del permanente debate sobre quién es el mejor de todos los tiempos: “No me permito demasiado pensar en ello. Me siento un privilegiado de haber llegado hasta donde he llegado en nuestro deporte. Es un honor”.
RETIRADA DE RADUCANU, HISTÓRICA JABEUR
La recta final de la jornada de este lunes se trastocó debido a la lluvia. De hecho, Daniil Medvedev y Hubert Hurkacz no pudieron finalizar el partido que disputaban en la Pista 2 y continuarán este martes, a las 14.30 en la central. El que venza se medirá con Federer.
Ya de noche, la joven Emma Raducanu, que a sus 18 años había conseguido progresar hasta los octavos tras recibir una invitación de la organización, tuvo que retirarse de su duelo con Alja Tomljanovic debido a unas dificultades respiratorias. En ese instante, ya había cedido el primer set (6-4) e iba por debajo (3-0) en el segundo.
Por otra parte, Ons Jabeur siguió haciendo historia y se convirtió en la primera mujer árabe que rompe la barrera hacia los cuartos de un Grand Slam. Lo hizo al imponerse por 5-7, 6-1 y 6-1 a la polaca Iga Swiatek en el primer turno del día.
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