La Real Sociedad afronta el viernes 5 de agosto una doble cita que servirá como prueba final para el inicio liguero del domingo que viene en Cádiz.
Los pupilos de Imanol Alguacil vivirán un doble derbi, uno de ellos con título y txapela en juego, para continuar con lo que ya parece tradición a las órdenes del oriotarra: jugar dos partidos en un solo día, nueve días antes de arrancar la competición doméstica, en los que los jugadores jueguen 90 minutos por primera vez en la pretemporada. Esa es la idea. Un equipo por la mañana, y otro por la noche, con muy pocas (o sin) sustituciones en cada uno de los encuentros.
El conjunto realista no podrá contar con Martín Zubimendi, que no se entrenó en el día de ayer y que es baja por lesión inguinal, además de convertirse en seria duda para el estreno de Cádiz. Tampoco con los lesionados Oyarzabal y Ryan. En principio, el resto de disponibles están listos para jugar, y si no lo hacen será por gestión de cargas o decisión técnica. Así, Isak y David Silva podrían reaparecer tras perderse el sueco el último encuentro, y el canario los últimos dos.
Bautista y el Eibar, en Zubieta
El día comenzará temprano en Zubieta, a las 11:00 horas, con un derbi guipuzcoano al que socios de ambos equipos podrán acudir de manera gratuita, sin sobrepasar el tope de 2.000 espectadores que ha marcado la Real Sociedad.
Se producirán los regresos de Gaizka Garitano y Jon Bautista a Zubieta. El técnico deriotarra busca ascender al Eibar por segunda vez tras no conseguirlo la pasada campaña, mientras que Bautista llega en plena forma tras marcar tres goles en apenas 150 minutos de azulgrana. Imanol podría optar por un once algo menos habitual para enfrentarse a ellos.
A por la segunda EH Txapela
El segundo envite del día, y último partido de la pretemporada para ambos equipos, será el derbi vasco ante el Athletic Club, en Lasesarre, Barakaldo, a partir de las 20:45 horas.
Un derbi ante los vecinos bilbaínos siempre tiene importancia, y más aún con un título en juego. El único enfrentamiento oficial entre ambos en una final acabó con histórica alegría txuri urdin. Pero el último y único choque entre ambos en la Euskal Herriko Txapela se lo llevaron los rojiblancos en Gal, en el verano de 2018, dando al Athletic la primera txapela de la historia de la competición.
No era la primera edición, puesto que el año anterior se enfrentaron Alavés y Athletic, en la única edición hasta la fecha en que la Real no jugó la final, pero una tangana cerca de finalizar el encuentro, obligó a la organización a dejar desierto el título, curiosamente, en el mismo escenario en el que se va a disputar la final de hoy.
Desde entonces, se han disputado cuatro ediciones con cuatro ganadores diferentes, por lo que esta final desempatará y colocará en cabeza en el palmarés a uno u otro, heredando el trono del vigente campeón, Osasuna.
La Real ha perdido las finales de 2018 (ante el Athletic 1-0), 2019 (ante el Eibar 2-1 en Tolosa), y 2021 (ante Osasuna en Gal por 3-1), pero también consiguió alzar el trofeo en 2020, sin público, eso sí, tras ganar a Osasuna 1-0 en Anoeta, con gol de Willian José.