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Dolor, caos y triunfo: cómo construyó Neil Young su obra maestra ‘Harvest’

Neil Young en un hotel de Tokio, en marzo de 1976.
Neil Young en un hotel de Tokio, en marzo de 1976.Koh Hasebe (Getty Images)

Es la foto de la contraportada de Harvest, llena de simbolismo. Una banda tocando en un granero. Cuatro músicos sentados con sus instrumentos (batería, pedal steel, piano y bajo) miran entre expectantes y temerosos a un chico de 25 años, el único que está de pie, que aparece de perfil, camisa de franela, con una lacia melena tapándole la cara. Solo se ve la nariz y parte de la frente. Neil Young. Sufre unos fuertes dolores de espalda, acrecentados por el peso de una voluminosa guitarra eléctrica blanca marca Gretsch. Deberá pasar por el quirófano. La escena transcurre en el rancho de medio millón de dólares (de 1972) que se ha comprado Young con el dinero que ha ingresado después de fundar el grupo Buffalo Springfield, participar en el proyecto de superbanda Crosby, Stills, Nash and Young y editar tres discos en solitario. Un idealista asumiendo su fracaso hippy y adaptándose a su nuevo estatus de hombre rico. La canción que están grabando en ese establo irá incluida en Harvest, el disco más famoso y más vendido del músico canadiense, un álbum que se elaboró durante un año por el parón de la cirugía, un disco maravillosamente deslavazado que se registró en cuatro partes del mundo, una obra maestra que 50 años después sigue sonando vigorosa y emocionante.

Neil Young estaba enamorado en 1972. De una actriz californiana, Carrie Snodgress. La había visto en una película, Diario de una esposa desesperada (1970), por la que Snodgress fue nominada al Oscar a mejor actriz y ganó el Globo de Oro. Aprovechando su condición de incipiente estrella del rock, Young utilizó sus contactos para que alguien dejara una nota en el camerino de la actriz mientras ella actuaba en una obra teatral en Los Ángeles. “Llama a Neil Young”. Y adjuntaba un número de teléfono. Snodgress, más cerca de Hollywood que del rock, no sabía quién era Young. Pero telefoneó. Formaron una pareja potente: el rockero y la actriz, espigados, desaliñados, hippies con la cuenta corriente saneada.

La imagen de la contraportada de ‘Harvest’.Jim Geuther

Ella se mudó al rancho recién adquirido por él. En septiembre de 1972 nació el hijo de ambos, Zeke, con parálisis cerebral. Snodgress se dedicó en cuerpo y alma a él y arrinconó su carrera en Hollywood. El enamoramiento del hombre introspectivo y solitario se aprecia en Heart of Gold, su único número uno en Estados Unidos, y en A Man Needs a Maid, un tema polémico si se toma al pie de la letra (Un hombre necesita una criada). Pero Harvest tuvo un desarrollo tortuoso. Se tardó en grabar casi un año, de enero a octubre de 1971. La causa principal fue la operación a la que se sometió Young, que sufrió una lesión de espalda al mover un tablón en su rancho. Primero intentó recuperarse con un corsé que llevó durante unos meses, pero finalmente optó por la cirugía.

La sensación de caos estilístico de Harvest tiene que ver con que se grabó en cuatro lugares: Nashville, Londres, su rancho californiano y una pieza en directo en un concierto en Los Ángeles. A Nashville llegó para participar en The Johnny Cash Show, el programa que el titán del country presentaba en la cadena ABC. Siempre impulsivo, cuando Young llegó a Nashville dijo al productor Elliot Mazer que había compuesto unos temas y que necesitaba a un grupo para grabarlos. Mazer le consiguió a los Stray Gators, una banda de músicos de estudio experimentados que iban a pasar a la historia por participar en Harvest. Destacaban entre ellos el pianista Jack Nitzsche y sobre todo Ben Keith, el guitarrista steel que acompañaría al canadiense los siguientes 37 años, hasta su fallecimiento en 2010. De las sesiones de Nashville salieron Out On The Weekend, Harvest o Heart Of Gold, las piezas de country-rock apacible. Una música que transmite sosiego, pero interpretada en un ambiente de frialdad. “Lo mal que lo estaba pasando por culpa del dolor de espalda y los cambios de humor, controlados en gran parte por la medicación, hacían que todo el mundo guardara las distancias”, relata el productor Elliot Mazer en Shakey, de Jimmy McDonough, la biografía más documentada del artista.

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La actriz Carrie Snodgress en su casa de Hollywood en octubre de 1970. Bettmann (Bettmann Archive)

Enigmático y rácano en el reparto de emociones, Young sembró el caos con su táctica. “Neil enseñaba las canciones a la banda en el último instante. No había tiempo para prepararlas. El grupo las desconocía hasta que llegaba el momento de grabar”, escribe McDonough. Young aprovechó que James Taylor y Linda Ronstadt estaban invitados al programa de Johnny Cash para pedirles coros. Taylor cogió un banjo por primera vez en su vida y dibujó unas armonías en Old Man. Así de improvisado resultó todo.

Los temas eléctricos, Alabama o la tremenda Words, se registraron en el granero del rancho de Young. Cuentan con los coros de sus amigos Crosby, Stills y Nash. Son piezas que hubieran venido bien a los rocosos Crazy Horse, el grupo que ya había colaborado con Young en Everybody Knows This Is Nowhere (1969) y After The Gold Rush (1970) y cuya sociedad aún se mantiene, aunque él prefirió a los Stray Gators. El piano de Nitzsche aporta un dramatismo especial. Los dos temas registrados en Londres, A Man Needs a Maid y There Is a World, se embellecen por la aportación de la Orquesta Sinfónica de Londres. Son canciones que parecen compuestas para una banda sonora de película. Y hay un cuarto lugar de ejecución, el Royce Hall, un auditorio de la Universidad de Los Ángeles. Allí, en un concierto, se recoge una de las composiciones más carismáticas de la carrera de Young, The Needle And The Damage Done (La aguja y el daño producido), seguramente la primera vez que se habla de forma tan explícita en una canción de la devastadora heroína: “Vi la aguja atrapar a otro hombre… / Cada drogadicto es como un sol poniente”. En su cabeza ya se presagiaba la muerte por sobredosis de Danny Whitten, guitarrista de Crazy Horse, en noviembre de 1972 a los 29 años.

La influencia de Harvest resulta abrumadora. Jairo Zavala, líder de Depedro, afirma: “Se encuentra entre mis cinco mejores discos de todos los tiempos. Ha sido una referencia para aprender cómo cantar y cómo interpretar, y también emocional. Me ha servido hasta para aprender estilística musical que luego he desarrollado en mi carrera. Es un disco mayúsculo”. Jorge Martí, cantante y compositor de La Habitación Roja, señala: “Es un álbum que transmite paz. Me gusta esa mezcla campestre de guitarras acústicas, pianos y arreglos orquestales. A pesar del poso melancólico de algunas canciones, su escucha me reconforta”.

Portada de ‘Harvest’ (1972).

La temática de Harvest resulta doliente a pesar de que el autor estaba enamorado. Young asume que las cosas no son para siempre y que aparecerán en el camino las heridas sentimentales. En Heart Of Gold anuncia que está “buscando un corazón dorado” y que en la misión es posible que se haga “viejo”. Se fustiga porque siente que nunca estará preparado para ofrecer todo el amor que la otra persona requiere. En Old Man afronta su propia paradoja en una canción dedicada al capataz de su rancho: al contrario que su empleado, el cantante es un veinteañero rico. Pero en busca siempre de reconfortar sus sentimientos: “Viejo, mira mi vida. / Soy como tú. / Necesito a alguien que me ame”.

En 1975 y después de seis años de relación, Carrie Snodgress y el cantante se separaron. Ella había parado en seco su carrera como actriz; Young siguió logrando éxitos en una carrera que todavía continúa. Pero nunca volvió a cosechar un triunfo como el de Harvest.


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