Luka Doncic es una superestrella mundial a estas alturas, pero la ilusión con la que juega a baloncesto casi a diario sigue intacta. Como si fuera un chaval, sonríe y se lo pasa en grande encima del parquet. Algo más maduro fuera del mismo, también se siente más cómodo con el peso mediático que su figura conlleva en el espectáculo 24/7 de la NBA.
En una entrevista para promocionar el lanzamiento de sus primeras zapatillas nominales con Jordan Brand, el referente de los Dallas Mavericks y la selección eslovena, eliminada antes de la lucha por las medallas en el pasado Eurobasket, reconoció que le haría mucha ilusión levantar el máximo reconocimiento individual de la competición estadounidense.
“Ojalá, el MVP sería increíble. Si me nombraran MVP sería un logro enorme, y estaría muy contento. Nunca se sabe, pero espero estar en la discusión”, respondió Doncic en declaraciones a la cadena ESPN. El año pasado, el ’77’ terminó quinto en las votaciones, un peldaño por encima de su sexta plaza el curso precedente. En su ránking previo al arranque de la temporada, el prestigioso medio estadounidense situó al base como el tercer mejor jugador de la competición, tan solo superado por Giannis Antetokounmpo y Nikola Jokic, los dos jugadores que se han repartido los últimos cuatro MVPs.
A pesar de que los Mavs no han hecho ningún movimiento increíble en verano, Doncic se siente confiado con la actual plantilla después de maravillar en los playoffs 2022 alcanzando las finales de conferencia, donde claudicaron contra los campeones Golden State Warriors. “Tenemos a grandes jugadores, hay muchos jugadores infravalorados, y debería hablarse más de ellos”, afirmaba. Entre los nombres que él destacó como ejemplos están Dorian Finney-Smith, Spencer Dinwiddie y Christian Wood, el fichaje más sonado de cara al nuevo año.